jueves, 22 de mayo de 2008

Caníbal

Hola,

Lo reconozco, me gusta la carne humana. Mucho más aún después de haber leído que soy una caníbal, una de tantas pero una caníbal a fin de cuentas. Alguien me dejó un comentario diciéndome que me mencionaban en el ABC. Soy una "caníbal grafómana", un "nuevo talento", y me meten en el mismo saco que a David Torres, a Cristina Cerrada, a Montero Glez o a Marta Rivera de la Cruz. No se si hacerme un dedo o salir a matar.

Otra cosa: hace unos cuantos posts publiqué aquí un cuentito nada ambicioso que me habían pedido de un blog amigo. Martín Mateo se ha tomado la molestia de escribir la cara B.

Lo reproduzco aquí, sin su permiso pero con mi admiración:

Parecía italiana o española, era guapa. Entró al romper la tormenta y supe que la habíamos encontrado. Se entretuvo curioseando por la tienda. Un rato después vino hacia mí. Traía un disco de Charles Trenet, aquel concierto en el Olympia con el que anunció su retirada. Sabía que no lo compraría, que solo hacía tiempo hasta que terminara la lluvia. Le dije que podía ir a la cabina y escucharlo. Tras el cristal, con los cascos puestos, sonreía y hacía señas diciéndome que todo estaba bien. Yo le devolvía la sonrisa. Un cliente es un cliente aunque sepas que no dará dinero.

Llamé a Gilles. Le di la espalda a la chica para que no pudiera ver lo que hablábamos. Creo que la tengo, le dije. Guilles llegó diez minutos después. «¿Qué está oyendo esa zorra?» «Trenet» Puta fascista- comentó y sonrió cruel.

Fumábamos mucho hachís en aquellos tiempos. Tomábamos ácido, escuchábamos a Santana y a Marley y hacíamos rituales que queríamos creer satánicos con unos libros antiguos que habíamos robado. Charles Manson era el ídolo de Gilles. Habíamos empezado todo aquello como un juego pero cada vez lo hacíamos más en serio. Yo iba a trabajar cada mañana disfrazada de niña de bien. Por las noches me transformaba en una adoradora del Gran Rebelde, capaz de cualquier desatino en la intimidad de nuestro apartamento cercano a la Catedral de Saint-Sauveur. En algún momento decidimos que teníamos que matar a una virgen en una ceremonia que detallaba nuestro libro negro. Los fines de semana salíamos a pasear buscando la candidata adecuada, valorando pros y contras de cada elección. Cuando vi entrar a la italiana supe que sería ella.
Continuó pasando por la tienda cada tarde. Revisaba discos, escuchaba a Trenet en las cabinas. Yo coqueteaba con ella, jugando a ser tímida. Gilles le daba conversación. La invitaba a café en el Trois Faisans. Necesitábamos acercarnos, que siguiera viniendo, que no desconfiara. El plan era llevarla a casa con cualquier pretexto, drogarla y celebrar nuestro ritual. Lo teníamos bastante estudiado. Habíamos ensayado varias veces. Se suponía que sería nuestro paso definitivo, la acción que nos daría la Fuerza y nos libraría de Dios, del capitalismo, de nuestra educación pequeño burguesa, de todas las opresiones morales. No sé cómo podíamos estar tan locos. Teníamos que esperar la primera noche de luna llena. Gilles se impacientaba, se obsesionó con la chica. Quería secuestrarla hasta que llegara el momento, pensaba que podría escapar. No debemos correr riesgos, decía. Yo lo calmaba. Creía saber que no habría problemas. Tenía un buen presentimiento. Ni siquiera se nos ocurrió pensar que aquella muchacha podía no ser virgen.

El último día de cuarto creciente la chica se me acercó y en su francés titubearte me dijo que estaba enamorada de mi. Sonreí, la miré a los ojos y le di un beso suave en los labios. Recordé a Judas. Al día siguiente lo teníamos todo listo pero no apareció. Tampoco al otro. Cuando nos dimos cuenta que no la volveríamos a ver Gilles se puso furioso. Me gritaba. Decía que era una imbécil, que toda la culpa era mía, que hubiera dado igual la luna, y no sé cuántas cosas más. Me golpeó hasta que perdí el sentido. Nunca había hecho algo así. Cuando desperté me follaba con rabia. Después quedó dormido a mi lado. En la mañana se fue a la calle. Yo recogí en unas bolsas los libros, las alfombras, las velas, los posters, los discos, todo lo que de alguna manera nos unía, me fui al bosque y lo quemé sin solemnidad. Las cosas que el fuego no pudo destruir -cadenas, crucifijos, amuletos de metal- las enterré todo lo profundo que pude. Una hora después salía en un tren hacia Marsella.

Trenet murió en el 2001, Gilles mucho antes, en el 82 se estrelló en su vespa contra la fuente de la Place des Quatre-Dauphins, me lo contó Marie en una carta. Ahora ya nadie escucha aquellos discos de pasta, tengo cincuenta y seis años, voto al Front National, me gustan las cancioncillas de cuando la guerra y me escandalizo si alguien en mi presencia habla de drogas o de sexo. Algún domingo me siento frente a la ventana, acaricio a mi gato y recuerdo.

por Martín Mateo


Gracias Martín.

Besos.

Beta

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena.

Anónimo dijo...

olé!

Anónimo dijo...

Hazte el dedo y cuéntalo.

Anónimo dijo...

si en el fondo te halaga estar en esa lista, así que no nos hagas creer que no te has hecho el dedo. Además, ¿desde cuándo necesitas una excusa?

Anónimo dijo...

...y qué opinas de David Torres?

enriguti dijo...

Lo del ABC es irrelevante, el artículo es un intento de la reacción de catalogar a la vanguardia, el principio de fin dirían algunos.

El cuento cojonudo, siento decírtelo pero me parece bastante mejor que el tuyo, se buena chica y dinos donde leer más.

Nací un 29 de febrero. dijo...

gracias a ti Betica, muy lindo tu comentario, me he sonrrojado un poco.
para que mi vanidad no se dispare pensaré que eres facil de orgasmos.
un beso

Luna Roi dijo...

Beta, que insinuen que te mueves por el lado oscuro del filo es un elogio, que canibalées produce envidia -te une al estino de los concursantes de paellas hechas, Rafa es el rey, con garrafetas y carne humana-, que acomodes el ego es un riesgo, ver todos esos nombres rodeándote un honor -El Topo y sus güiskies, todo su cariño en los ojos, y su gente, el calor de su Hotel...-.
Sólo me produce escalofríos tu dedo...

Anónimo dijo...

pues si.. yo me haría un dedo si estuviese en tu lugar.

ole ole y ole!

un besazo!

perdidaenlaciudad dijo...

es bueno ver la otra cara de la moneda... Bsos!

Anónimo dijo...

Pues a mí me gusta más tu texto. Lo de sacrificar a una virgen suena manido, suena mucho a "El día de la Bestia".

Anónimo dijo...

piensa qe la gente mezcla cosas en una lista incoherente de gustos xP

lo unico que puedes sacar de eso es que gustas a la gente, poco mas creo.

el relato es la ostia xDD y mas teniendo como victima a un escritor, supongo que es una vuelta de pagina en una historia que nunca sufrí

mu wena la actu :D

pd. en dias aburridos y lluviosos como l qe toi pasando das wenas ideas sobre qe leer

H.Wells y X.Bea-Murguía dijo...

Al parecer, yo también soy caníbal, pero, para mí, que aparezca mi blog al lado de esos nombres me halaga muchísimo.

Yo paseo y fotografío a mis hijos, les machaco con lo de papi, papito y, además, me gusta el whisky.

Un mordisco

Javier

Yuna dijo...

Me alegro por tí ^^

Ya estás en España?
Es que me extraña que no comentes nada de la guerra PP contr PP que se está formando...

Anónimo dijo...

Me mencionan en el ABC...puta fascista...comentó y sonrió cruel...

Yonseca dijo...

[...]Me meten en el mismo saco que a David Torres, a Cristina Cerrada, a Montero Glez o a Marta Rivera de la Cruz. No se si hacerme un dedo o salir a matar. [...]

No te hagas uno, hazte miles y difruta de la vida.

Hice una pequeña referencia a tu post sobre la tele americana, espero que no te importe.

Un saludo, Beta.

Anónimo dijo...

Eres toda una escritora. Deberías tomártelo en serio.

Goma Rosa dijo...

excelente el cuento
excelente
saludos

Anónimo dijo...

Me gustaba más la otra foto de tu perfil. Yo no te veo tan canibal.

Anónimo dijo...

Hola Beta, comento muy poco pero soy un antiguo y asiduo lector de tu blog. El otro día, tras haber leído tu última entrada me fuí a ver la tele. Puse Telemadrid y en ese momento emitían una edición más de ese programa de conspiradores judeo-masónicos que lleva por nombre "Alto y Claro". Su presentadora es una tal Curry Valenzuela si no me equivoco... que a lo mejor. Llevaba unos minutos viendo como se metían con Zapatero por esto de los 400 euros que iba a dar y que no ha medio dado, o sí. De pronto, por una suerte de conexiones cerebrales, me formulé una pregunta que hizo zozobrar mi espíritu de arriba a abajo. Beta, por casualidad: ¿¡¿¡¿¡¿¡¿NO SERÁ CURRY VALENZUELA TU MADRE?!?!?!?
De ser así, cuantas piezas encajarían...

Anónimo dijo...

POr dios Beta kita esa imagen de portada ke asi no me concentro para tokitearme jaja

bardo do vinho dijo...

Si al final lo haces, te lo recomiendo a la parrilla(queda muy bien)


Me gustó el blog, un saludo.

Luna Carmesi dijo...

Cuida la caries con lo que muerdes...
Que hay mucho azucar por ahi...

Un muy buen relato!

Besos.

Anna dijo...

holaa!.. recuerdas nuestra platica de la vez pasada...
mmm.. yo si..
saludos mujer de ojos lindos.. que estes de lo mejor...
bessoos :D