jueves, 8 de noviembre de 2012

Making off

Hola,

Ayer, en cuanto me enteré de que el ministro de Interior había hecho unas declaraciones en contra del fallo del Constitucional a propósito del matrimonio entre personas del mismo sexo, quise ponerme en contacto con él. Levanté el teléfono y marqué el número de su jefa de prensa. "El ministro no puede atenderte en éste momento -me dijo-, está terminando de rezar el rosario". "No me importa esperar", respondí. Cinco minutos más tarde escuché la voz de Jorge Fernández. Le expliqué que le llamaba a cuenta de sus declaraciones y que me gustaría escribir un post sobre ellas. "Me gustaría, además, ilustrarlo de alguna manera -le dije-, y había pensado que podría hacer un montaje con su imagen y la del ministro de Justicia en la que se les vea a ambos demostrando lo abominable del matrimonio entre gays". Me contestó que le parecía una magnífica idea y me preguntó que cuál era mi idea exacta. "Podríamos hacer un fotomontaje en la que usted esté sodomizando al señor Gallardón". Tras pensarlo unos segundos se reafirmó en que era una magnífica idea.

Unas horas más tarde quedamos en su despacho junto con Gallardón y una pareja de gays amigos del ex-alcalde de Madrid que se prestaron a colaborar. "Veamos, mi idea es fotografiar a Lorenzo y Raúl (los gays) follando y luego con photoshop, sustituir sus caras por las vuestras". Todo el mundo pareció estar de acuerdo. Coloqué mi cámara en el trípode y decidimos que tomaríamos la fotografía en el mismo sofá del despacho. "Podríamos hacerlo sobre la mesa del ministro", propuso Gallardón, pero el ministro de Interior dijo que mejor que hiciéramos algo más creíble. Lorenzo y Raúl se desnudaron y comenzaron a follar. Clic.


"¿A ver cómo ha quedado?", dijeron Fernández y Gallardón casi al unísono. Tras comprobar el resultado, el ministro de Interior mostró su satisfacción y dijo que "con esos cuerpos es normal que salgan bien". Gallardón asintió. A continuación Fernández propuso que, para que la secuencia fuera más realista, quizás debería repetir la fotografía pero con él y Gallardón de protagonistas. "Es más que nada para captar el gesto", dijo. Gallardón dijo que le parecía una buena idea y ambos ministros se desnudaron, se colocaron junto al sofá y trataron de reproducir la imagen que Lorenzo y Raúl habían protagonizado minutos antes.

 - Tienes que separar más las piernas porque sino no entro, dijo Fernández.
- Hago lo que puedo, contestó Gallardón.

Fernández introdujo su micropene por el recto del ministro de Justicia mientras éste ponía cara de satisfacción.

- Tengo que hacerte algunas embestidas porque sino se me va a bajar la erección, explicó el titular de Interior.
- No hay problema, respondió Gallardón.

Clic. Clic. Clic. Clic. Clic.

 - Asegúrate de que tienes una buena foto antes de que paremos. Saca cuantas necesites, dijo Fernández.

Clic. Clic. Clic. Clic. Clic. Clic. Clic. Clic. Clic.

La verdad es que, a pesar de que hice más de doscientos disparos, la imagen de los dos ministros follando no lograba parecerse en nada a la de Raúl y Lorenzo. "Evidentemente vuestros cuerpos no tienen nada que ver -dije-, pero creo que el gesto de la cara sí lo he sacado. Podéis dejarlo". Fernández me preguntó si estaba segura y le dije que sí, que era suficiente, pero me dijo que le sabía mal quedarse así y que "si al ministro de Justicia no le importa, yo prefiero terminar lo que hemos comenzado". Gallardón dijo que por él no había ningún problema y veinte segundos después se corrieron. Descargué las fotos en el portátil y comencé a hacer pruebas. Este fue el resultado.


- Es increíble lo que hacen ahora las nuevas tecnologías, dijo Jorge Fernández.
- A mí me gusta mucho, pues hasta se ve lo colorado que me he puesto, pero creo que quizás la foto quedaría más artística si la pasásemos a blanco y negro. Le dije que no había ningún problema.


- Mucho mejor así, ¿no?, preguntó Gallardón.
- Sí, pero falta lo más importante que es que quede claro el discurso. Deberíamos insertar un "bocadillo" en el que yo dijera que esto no tiene nada que ver con el verdadero matrimonio.

Le dije que tenía toda la razón. Descarté parte del fondo de la imagen y añadí la frase que explicara el parecer del ministro.




Ambos ministros concluyeron que el resultado era "brillante" y que deberíamos intentar que la imagen se difundiese todo cuanto fuera posible. Les dije que yo la publicaría en El País que se nos Viene pero que además escribiría un post en este blog en el que explicaría todo el proceso de realización de la foto. Se mostraron entusiasmados.

Besos.

Beta