lunes, 31 de agosto de 2009

Lars

Hola,

Cuando eres una adolescente con problemas y te topas con un tipo enigmático, nacido en Copenhague, que pontifica sobre la culpa y la autodestrucción, lo más probable es que acabes rendida a sus pies, comiéndole la polla y pensando que lo que más deseas en el mundo es ser sacrificada en un altar, delante de una pandilla de alcohólicos que leen versículos de la Biblia y te miran con ojos de conmiseración.

Así fue. Me enamoré de Lars Von Trier después de ver Rompiendo las olas y creo que si la viera mil veces, mil veces me volvería a pasar lo mismo. Luego, con Bailando en la oscuridad alcancé el éxtasis y con Dogville levité. Sin embargo nuestro amor no fue fácil. Lars es como uno de esos novios que te da mala vida, con un punto de macarra violento, aficionado al maltrato psicológico y que, a veces, hace cosas que te resultan incomprensibles. Pero cuando te pone patas arriba hace que se te queden los ojos en blanco y el corazón te palpite a doscientas pulsaciones. Sabe cúal es su poder y sabe cómo utilizarlo.

Hace unos meses se presentó en Cannes diciendo que era el mejor amante del mundo. Tras pronunciar esta sentencia se escuchó una risotada en la sala: Eran Boyero y Hermoso, los críticos de El País en el festival.

Boyero y Hermoso son, en realidad, cuatro personas: ellos dos y sus respectivos egos. Cuando viajan en avión y en tren ocupan dos butacas cada uno (dos para ellos y otras dos para sus egos). Por eso cuando Lars se definió como "el mejor director del mundo", Boyero y Hermoso se escandalizaron y comenzaron a gritar: "¡Qué te has tomado, Von Trier! Menuda infancia debiste de tener para haber acabado tan trastornado. Creído, que te lo tienes muy creído". La gente les miarba casi con la misma perplejidad con la que miraban al propio Von Trier después de haber asistido a la proyección de Anticristo.

Leí las reseñas de la película y creí que era muy probable que el mejor amante del mundo hubiera tenido otro gatillazo. Pero entonces apareció Jordi Costa: "Es sublime, es sublime -repetía-. ¿Porqué nadie habla de la belleza cuando se refiere a Anticristo?". Creía que la cabeza me iba a estallar así que me no me quedó más remedio que meterme en el cine.

(Atención spoiler)

Entro en el cine y no soy más que un vulgar pato. De repente Lars me abre la boca, me enchufa un tubo y me hace engullir el "Lascia ch´io pianga" de Haendel, mientras Willem Dafoe y Charlotte Gaisnbourgh follan an blanco y negro. Resultado: He dejado de ser un triste pato y ahora soy un exquisito foie por el que se pelean los mejores gastrónomos del reino.



Jordi tenía razón, ¿porqué no hablan de belleza cuando se refieren a esta película? La respuesta no tarda en llegar: Lars manda a Dafoe y a la Gainburgh a una casa perdida en el campo y comienza el delirio. Hay zorros que hablan, clítoris que se amputan, piernas que se perforan con un taladro para colocarlas un piercing de treinta kilos a modo de grillete, penes que escupen sangre... me imagino a Bollero y a Hermoso tapandose los ojos para no contemplar un espectáculo tan abominable mientras Jordi engulle palomitas con los ojos como platos intentando no perderse ni un segundo. No he entendido Anticristo.

(...)

Besos.

Beta

miércoles, 19 de agosto de 2009

Atletas

Hola,

(En el capítulo anterior...)

Nuestra alegre protagonista (o sea, yo) vive reptando por el suelo y se esconde debajo de la mesa del comedor. Desde allí hace zapping con el mando a distancia...

* * * * *

- Pero... pero ¿qué mierda es esta? ¿Más deporte?

En Alemania se celebran los campeonatos del mundo de atletismo. Nuestra protagonista (o sea, yo) no entiende mucho de la materia, pero está dispuesta a aprender. En la pantalla un atleta vestido de amarillo hace monerías cuando se siente enfocado por la cámara. Se llama Usain Bolt. Suena un disparo y todos se ponen a correr como si fueran pandilleros descubiertos por la policía cuando se disponían a repartirse el botín de un atraco. El cometarista grita enloquecido "¡¡Nueve cincuenta y ocho!!", y alguien comienza a escribir un artículo sobre los límites del ser humano para el periódico del día siguiente.

Nuestra protagonista (o sea, yo) piensa que el deporte es insano y altamente peligroso, pero cuando vió "Los cuatrocientos golpes" pensó que le hubiera gustado ser Antoine Doinel corriendo en busca del mar y haber tenido alguna vez su mirada al llegar hasta la orilla. Nuestra protagonista también ha visto "La soledad del corredor de fondo" y se siente atraída por aquellos a quienes les ha tocado perder y corren hacia ninguna parte para escapar de sí mismos.

No sé mucho de deportes pero soy capaz de darme cuenta de la enorme diferencia que hay entre cobrar una beca por correr mil quinientos metros en menos de 3.35 y tener milmillonarias cuentas corrientes en el Banco del Espíritu Santo por meter goles en un campo de fútbol. Puede que el atletismo termine gustándome.

Besos.

Beta

lunes, 17 de agosto de 2009

Gusano soy

Hola,

Soy un gusano que repta por el suelo de mi casa buscando una baldosa fría que me sirva para combatir el inmenso calor del agosto de Madrid. Vivo debajo de una mesa, alejada de la luz del sol, y miro con recelo a los humanos que pasan a mi alrededor. Varias veces al día alcanzo a meterme en la ducha, me acurruco en una esquina y dejo que el agua fría me golpee incansable la cabeza, me resbale por el cuerpo y consiga rebajar en un par de grados mi temperatura corporal. Me alimento a sorbitos de diferentes tipos de hielo. Tengo el cerebro licuado y no soy capaz de pensar. El ordenador es un siniestro artefacto que desprende una brisa sahariana que amenaza con terminar con mi vida. Estoy en modo hibernación y, viendo al montañero que la palma estos días en el Himalaya víctima de la congelación, siento que el mundo está mal repartido. ¡A las barricadas!

Beta

lunes, 10 de agosto de 2009

Diario de un superhéroe (2)

Hola,

"Tiene que estar por aqui. Tiene que estar por aquí". Son las cuatro de la madrugada. Ana duerme debajo de un antifaz y Jose se siente seguro al saber que no será descubierto. Cierra el pestillo del baño y comienza a rebuscar en los armarios. "Tiene que estar por aquí, tiene que estar por aquí". Finalmente lo encuentra. Es un botecito de aceite Johnson que Ana utiliza después de sus baños. Jose se quita la parte de arriba del esquijama y se observa en el espejo. Aprieta los puños y hace fuerza intentando que se le marquen los pectorales. "Es por el vello. El vello hace que los músculos no se marquen com o debieran. Tendría que afeitarme el pelo del pecho..." No se lo piensa dos veces. Se embadurna de espuma y se pasa la maquinilla. Cuando está a medias se detiene en seco porque cree haber escuchado un ruido. "¿Se habrá despertado Ana? No puede pillarme aquí, con el pecho a medio depilar". Contiene la respiración y agudiza el oído: Nada. El susto ha pasado, ella parece dormida. Jose termina lo que ha empezado y luego se observa en el espejo. Mejor. De repente una idea maligna atraviesa su cabeza. Se baja los pantalones y se observa el miembro flácido. "Dicen que si te lo depilas parece mayor", piensa. Duda qué hacer. "De perdidos al río. Ya que hacemos las cosas hagámoslas bien". Se embadurna sus partes de espuma de afeitar y procede. Lo hace cuidadosamente. "No queremos que se produzca una desgracia. ¿Los huevos también? No influyen en el tamaño pero si no me los depilo queda raro. Cuidado Jose, cuidado. Un movimiento en falso puede ser fatal". Se limpia los restos de jabón con una toalla para evitar el ruido del grifo. Intenta excitarse para ver hasta donde llega la mejoría pero tiene miedo de que Ana se despierte y no consigue concentrarse. Recuerda que por el salón de su casa anda rodando un ejemplar del Qué me dices en cuya portada sale una exconcursante de Gran Hermano en bikini. "Eso es lo que necesito". Abre la puerta del baño. Escucha en busca de un ruido sospechoso. Nada, de momento está a salvo. Camina de puntillas por el pasillo. Llega al salón, coge la revista y regresa apresuradamente hasta el cuarto de baño donde vuelve a atrincherarse. Empieza a tocarse frente a las páginas de la revista mientras susurra el nombre de "Fresita". Cierra los ojos y se imagina follándosela salvajemente. El jadea y ella deja escapar de la boca un lánguido: "presidente, Salou es tuyo". Finalmente se empalma. Se inspecciona en el espejo. "Me llamo Jose, pero todos me llaman Superpolla -dice guiñándole un ojo a su propia imagen-. El aceite, falta el aceite". Se embadurna de aceite Johnson y posa, una vez más, mirándose los biceps y los pectorales. Vale que todavía no se me marcan mucho, pero este es un proceso largo y yo no soy de los que se asustan. Soy fuerte y tengo voluntad. I´m the king of the world".

- ¿Jose, estás ahi?
- (...)
- Jose, ¿qué haces ahí encerrado a estas horas?
- Ejmm... ahora salgo cari. Vete a dormir, que ahora salgo.

Aznar se sienta en la taza del water con la cabeza entre las manos y suspira sintiéndose incomprendido.

(Continuará)

Besos.

Beta

miércoles, 5 de agosto de 2009

Orangutanes (actualizado)

Hola,

Hace seis millones de años dos orangutanes se miraron a los ojos y uno de ellos emitió un gruñido. Ese gruñido venía a decir que lo sentía, que la selva no dejaba de menguar y que, aunque pareciera una locura, iba a tratar de buscarse la vida fuera de su amenazado hábitat natural. Con aquel gruñido, el orangután número uno quería decir que podía irse solo o acompañado pero que la decisión estaba tomada. El orangután número dos se metió una pajita en la boca y se rascó los huevos. No entendía nada de lo que estaba pasando. El orangután número uno se dio la vuelta y comenzó a caminar. El orangután número dos aplastó una pulga que le correteaba por el brazo y se la comió.

El orangután número uno caminó durante semanas hasta que encontró una cueva en la que refugiarse. A medida que pasaba el tiempo se notaba más erguido. Un día descubrió el fuego, al día siguiente la agricultura, poco después la rueda. A inventos maravillosos les siguieron otros que no lo eran tanto: la religión, el garrote vil, el napalm, los pendientes de perla. Un día el orangután número uno inventó el ordenador personal, poco después internet y finalmente los blogs. Entonces fue cuando yo empecé a escribir.

Se desconocen los porqués, se especula que si fue por el sonido de mis dedos en el teclado o por la foto que acompaña mi perfil en este blog, pero el caso es que una mañana, el orangután número dos descendió del árbol. Se acercó a la pantalla y comezó a gruñir. Miró el teclado con extrañeza. Lo lamió. Luego intentó pulsar la P pero, debido al grosor de sus dedos, en la pantalla aparecieron una P una Ñ, una L y una O. Volvió a intentarlo solo con el meñique y esta vez tuvo más suerte. Cuando vio la P escrita en la pantalla se dio unos cuantos golpes en el pecho y lanzó un alarido. Luego tecleó la U, después la T y finalmente la A: PUTA. Acababa de nacer el primer troll.

Cada día varios trolls intentan comentar este blog. Lo hacen anónimamente aunque desprenden un olor característico que les hace inconfundibles. No suelen ser capaces de hilar más de tres palabras seguidas y escriben sin sujeto ni predicado. Yo evito publicar sus gruñidos, lo que les pone aún más rabiosos. Golpean la pantalla y se pasan horas dándole constantemente al botón de "actualizar" para ver si su comentario sale publicado. Al ver que no es así se desesperan, dan saltos, gritan y comen cristales. Cada noche regresan a su árbol y se orinan en sus propias manos. No sé porqué lo hacen pero es su modo de vida.

Actualización:

Esta viñeta de Mauro Entrialgo es ya todo un clásico sobre el tema.



Besos.

Beta

lunes, 3 de agosto de 2009

Diario de un superhéroe (1)

Hola,

Hay superhéroes que llegan subidos a un meteorito desde un lejano planeta y otros que lo son después de haber sido golpeados por un rayo en una noche de tormenta. En este caso no fue así.

Cinco de septiembre del año 2002. Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Empiezan a llegar los invitados. Los reyes de España, Silvio Berlusconi, Tony Blair y su mujer, las hermanas De Palacio sin pareja, Francisco Correa, Francisco Camps con un impecable traje, Rajoy, Raphael, Julio Iglesias, Bernardino Lombao haciendo el pino... Es una ceremonia de estado. Tiene que serlo, o al menos que parecerlo.

"Anita está tan guapa. El en cambio... de todos modos lo importante es que a ella le guste. Y además hay que ver el lado positivo de las cosas, con esa cara no le será fácil encontrar a ninguna otra con la que engañar a mi niña. Ya lo decía la abuela: si quieres un marido fiel cásate con un feo. (...) Mil doscientos invitados a cien euros por cabeza, total... ¿dónde está Rodrigo? que se me ha olvidado la calculadora. Un pico, en cualquier caso, me va a salir por un pico. (...) Qué detalle el de Julio viniendo desde Miami. Es un truhan pero también es un señor. Ana quería sentarle junto a Raphael. Mira que es retorcida la tía. Todo el mundo sabe que se odian. Inés Sastre está guapísima. ¿Será verdad eso que me ha dicho Silvio de que se le ha escapado una teta del vestido justo antes de entrar a la iglesia? Nunca sé cuando habla en serio y cuando bromea. Yo pensaba que lo de las putitas era mentira y resulta que no. Menudo pichabrava está hecho el spaguetti. Coño, ahí viene".

- ¡Giussepe! Quello stronzo di Blair e un uomo noioso.
- ¿Cómo?
- Blair, que no se entera de nada. Es como parlare a una pared. No tiene sentido del humorismo.
- Ya sabes cómo son los británicos.
- Lo so, lo so. Per questo voglio que me presentes a Julio Iglesias.
- ¿Julio?
- Sono sicuro lui e molto divertente.
- Claro, claro. Es divertidísimo. Ana, ¿te importa?

Los presidentes de los gobiernos de España e Italia caminan del brazo hasta la mesa que comparten Julio Iglesias, Esperanza Aguirre, Pedro J.Ramírez, Flavio Briatore y Francisco Camps. Al verles llegar les hacen un hueco.

- ¡Questa e la tavola dove tutti tienen la piele morena!, bromea Silvio. Iglesias y Briatore se miran dándose por aludidos.
- Eso es porque no ha visto a Zaplana, susurra Pedro Jota al oído de Camps que responde con un "Zaplana, lagarto, lagarto".
- Ma la pelle morena e un símbolo di salud, dice Briatore.
- ¡Salud y forza al canut!, grita Silvio.

Esperanza Aguirre aprovecha y felicita al presidente por el feliz enlace de su hija. "Ahora, cualquier día te convierten en abuelo", dice. Aznar oye pero no escucha, le interesan más las risotadas de Julio Iglesias, Briatore y Berlusconi que los parabienes de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Son mayores que yo y ahí les tienes. No se privan de nada. Van con mujeres jóvenes, se broncean en sus yates por el Mediterráneo, tienen todo cuanto necesitan. A mí me quieren convertir en abuelo y estos solo piensan en acostarse con veinteañeras. Si para ellos la edad no es un obstáculo tampoco debería serlo para mí, tampoco debería serlo para mí, tampoco debería serlo para mí, para mí, para mí, para mí...

- Jose, Jose, despierta Jose, ¿estás bien?

El expresidente abre los ojos y se incorpora de golpe. Está agitado y empapado en sudor. Hace tres días que ha abandonado el Palacio de la Moncloa y aún le cuesta conciliar el sueño en su nueva cama.

- No ha sido nada. Simplemente una pesadilla.
- ¿Una pesadilla?
- Sí, estábamos en la boda de Anita y todos parecían más jóvenes que yo.
- ¿Todos? ¿Quienes son todos?
- Berlusconi, Briatore, Julio Iglesias, ¡todos eran más jóvenes que yo!
- Tonterías. Ya quisieran ellos estar como tú estás.

Lo dice para que no me sienta mal pero yo sé que no es verdad. El footing no sirve para nada. Correr te convierte en un enclenque con cara de pasar hambre y eso es justo lo contrario de lo que pretendo. Yo necesito algo distinto. No quiero estar sano, quiero gustar. Gustar y seducir. Quiero sentirme joven y no ser un abuelito saludable. Quiero que Rachida se muera por mis huesos. Quiero un poco de sexo y de pasión. Soy joven. Mañana mismo me apunto a los rayos UVA y al gimnasio.

Los comienzos fueron duros.


(Continuará)

Besos.

Beta