martes, 31 de marzo de 2009

Suposiciones (actualizado)

Hola,

Supongamos que tienes quince años, o dieciséis. Supongamos que eres una persona normal, que ve la tele, va al cine los fines de semana, te tocas con cierta asiduidad desde los doce y divides el mundo entre los seres humanos a los que te follarías y los seres humanos a los que NO te follarías. Supongamos que en el primer grupo, además de algún vecino, algunas compañeras de instituto, algunos amigos de la familia y alguna que has conocido por ahí, están unos cuantos rostros de gente conocida a la que solo ves en las pantallas de los cines, en la tele o en alguna revista. Supongamos que, pasados unos años, comienzas a escribir un blog y, vete tú a saber porqué te haces un poco conocidilla. Supongamos que un día, te aparece en el buzón un mensaje de alguien que formaba parte de aquel primer grupo, y dentro del mismo, alguien que pertenecía a ese subgrupo de "famosos" o "conocidos" inalcanzables. Supongamos que no te quedas muerta del susto y abres el mensaje. Supongamos que a medida que lo le lees se te va poniendo cara de asombro porque te encuentras que esa persona, que recordemos formaba parte del primer grupo sección "celebrities", te dice que ha leído tu blog y que se ha sentido muy identificada. Supongamos que esa persona en cuestión es quince años mayor que tú y tiene una vida hecha, pero aún así sientes que el mensaje que te ha enviado es una clara señal de flirteo. Supongamos que respondes al e-mail. Supongamos que te contestan en menos de quince minutos. Supongamos que inicias una correspondencia y que una semana después esa persona te plantea la posibilidad de que os conozcáis en persona. Supongamos que rompes una regla que te impusiste después de una serie de desastres emocionales y contestas que sí. Supongamos que de esto no le comentas nada a tu pareja. Supongamos que quedas y que la persona en cuestión, a pesar de los años que han pasado, sigue perteneciendo al primer grupo.

¿Qué hacer en caso de que todas esas suposiciones sean ciertas?

Besos.

Beta

Actualización a jueves, 2 de abril, 10:33 de la mañana:

Se ha asustado. Soy una bocazas.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Los condones rotos

Hola,

Ayer publiqué un cuento en Soitu. Un cuento que, posiblemente, estaba basado en hechos reales. A ellos no pareció haberles gustado demasiado así que, para no sentir que lo he tirado a la papelera lo publico también aquí. Se titula "Los condones rotos" y va sobre Almodóvar y alrededores.

Viernes al mediodía. Un individuo que responde a las iniciales de C.R.V. no irá por la tarde a trabajar. Se excusa diciendo que tiene que acercarse a Madrid debido a la enfermedad de un familiar. Toledo y Madrid están a ochenta kilómetros con lo que C.R.V. llega a la capital a las tres de la tarde. Aparca el coche en el primer hueco que encuentra y compra un sandwich para comer, ya que tiene el tiempo justo para entrar a ver 'Los abrazos rotos' en la primera sesión. Las críticas de la película no son muy buenas pero tampoco lo fueron las de 'La mala educación', película que él no ha podido olvidar.

Camina por la calle mirando al suelo y cuando entra en la sala se sienta en una butaca lateral tratando de escapar de miradas indeseadas. La película comienza con Kira Miró y Lluís Homar echando un polvo pero C.R.V. prefiere imaginarse a Homar con Gael García Bernal, como en 'La mala educación'. Le viene a la cabeza Fele Martínez, y luego otra vez Gael, y Alberto Ferreiro. También le vienen a la cabeza las imágenes de los niños, de sus voces limpias y de sus pieles blancas y aún sin mancillar.

C.R.V. no ve cuanto sucede en la pantalla porque prefiere observar lo que sucede en su cabeza. Y se excita, y mira el reloj. No se atreve a decirlo y no se atreve siquiera a pensarlo, pero C.R.V. siente una extraña fascinación por el universo de Almodóvar. Es alguien a quien odia por su falta de escrúpulos y de creencias, pero es alguien que le coloca frente a sus propias contradicciones. Por eso ha ido a ver 'Los abrazos rotos'.

Cada uno es libre de buscar lo que quiera en una película y C.R.V. sabe muy bien lo que quiere. Para su desgracia no lo encuentra. Cuando termina la proyección espera a que la sala se vacíe. Se repite que no debería estar allí porque no le gusta esconderse, aunque su vida no haya consistido más que en eso. "De todos modos —piensa—, no hago daño a nadie". Eso es lo que él cree.

Madrid está llena de tentaciones. Es una ciudad demasiado grande como para tener moral, demasiado grande como para tener una única moral, pero C.R.V. tampoco tiene una única moral. Cuando sale del cine sus pasos le llevan hasta un local al que los hombres acuden para mantener relaciones íntimas con personas de su mismo sexo. Hombres de sexualidad torcida, enfermos como él, a quienes desprecia y a quienes necesita. Afortunadamente el local no está muy concurrido. A mayor concurrencia más posibilidades donde elegir pero también más posibilidades de ser descubierto.

Clava su mirada en los presentes y luego camina en dirección a un reservado con la esperanza de ser seguido por un desconocido. Luego se arrodilla, como lo ha hecho tantas veces frente al altar y como lo hará más tarde en el confesionario, y no dice nada, las palabras son innecesarias. Después simplemente chupa. Una voz dentro de su cabeza le dice que está loco pero tal y como viene desaparece. Otra le dice que no es tan peligroso hacerlo sin condón y que tendría que tener muy mala suerte para pillar algo. Esta vez la voz se calla porque él la espanta. No quiere oirlo, no necesita oirlo.

Sabe muy bien lo que está haciendo y sabe lo que sucedería si contrajera algún tipo de enfermedad. Sabe que todo el mundo le descubriría y que su vida estaría arruinada. O quizás no: Quizás se arrepentiría y se confesaría. Sabe que tanto Dios como sus compañeros siempre están dispuestos a perdonarle. La iglesia sabe perdonar y guardar silencio, sobre todo guardar silencio. Ha habido otros casos como el suyo, casos incluso peores, y siempre han sido cubiertos por un manto de silencio.

C.R.V. se baja los pantalones y se da media vuelta mientras el otro hombre se protege con un preservativo. Los preservativos son inventos del diablo pero C.R.V. piensa que es Dios quien intercede por él para librarle de mayores males. Dios es bondadoso. Segundos después C.R.V. es atravesado y zarandeado por su anónimo amante. Siente que se muere de dolor y nota como un hilo de humedad le baja por las piernas. Está sangrando, siempre es lo mismo. El otro hombre no se detiene (los tíos nunca saben detenerse), pero comienza a buscar la salida. Aunque se siente a salvo sabe que, a veces, igual que los abrazos, los condones se rompen.

C.R.V. abandona el local sin eyacular, el dolor se lo ha impedido. De regreso a Toledo, ya con el alzacuellos puesto, se detiene en una gasolinera y se masturba en el servicio pensando en 'sus niños' y en el salvaje que le ha destrozado el culo. También piensa en Almodóvar, que tanto daño está haciendo a la iglesia, y en la clase de matemáticas que impartirá el lunes... y en los linces que están más protegidos que los embriones. En unos días volverá a Madrid para manifestarse contra la ley del aborto pero ya se sabe lo que ocurre cuando se viaja a Madrid.


Si la iglesia insite en inmiscuirse en la vida política del país, condenando a muerte a todos los enfermos que podrían salvarse gracias a la investigación con células madre, y propugnando la extensión de enfermedades como el SIDA mintiendo sobre la eficacia del uso del preservativo como sistema de prevención, nosotros también podemos pasar a la acción. Las sotanas a la hoguera.

Me viene a la cabeza "Novecento", la patética huída de Attila y Regina. Attila es Rouco y Regina es Benedicto.

Besos

Beta

lunes, 23 de marzo de 2009

Lo que fui. Lo que soy

Hola,

¿Alguien sabe cómo puedo controlar este irrefrenable impulso por ser mala?

Anoche me drogué. Sólo un poco. Se que no debo hacerlo. Me han advertido seriamente de las consecuencias. Luego me quedé dormida.


He soñando que vivía en una casucha de madera a las afueras de Johnsburg, Illinois. Regentaba una gasolinera, y me pasaba la vida mirando al infinito mientras jugaba con una pajita entre los dientes. Lo único que me mantenía viva era follarme a camioneras tatuadas.

A veces, viendo fotos de como fuiste, te cuesta reconocerte y te preguntas cuáles han sido las equivocaciones o los aciertos que te han llevado a convertirte en lo que ahora eres.

Besos.

Beta

martes, 17 de marzo de 2009

Espe cogió su fusil

Hola,

Ya sé que es un dato irrelevante pero yo nací en Madrid. No sé si la gente que nace en otros sitios siente un vínculo casi sanguíneo con su ciudad pero a mí eso no me pasa. No porque no me guste Madrid, que me gusta y mucho, sino porque el lugar en el que nacemos no es más que un accidente y, contra lo que muchos quieran pensar, no nos hace de una manera ni de otra. Gilipollas los hay en todas partes y gente maravillosa también. Yo creo que Madrid es una ciudad de la que una puede sentirse orgullosa. Madrid es la ciudad que seguía diciendo "No pasarán" cuando otras se habían rendido (curiosamente en esas otras este es un dato que se intenta olvidar), es la ciudad de Tierno Galván, de la Movida... También es la ciudad de Esperanza Aguirre. ¡Vaya! supongo que a algunos se les acaba de bajar la erección.

Hace unas semanas se descubrió que algunos altos cargos del Partido Popular de Madrid habían estado siendo seguidos y espiados por gente vinculada a la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid. Salieron a la luz informes, fotos y partes de seguimiento. Se formó cierto revuelo. El nombre de Francisco Granados (consejero de Interior) y, por extensión, el de Esperanza Aguirre fueron puestos en el punto de mira de las sospechas. La Asamblea de Madrid decidió, entonces, abrir una comisión de investigación sobre el caso. ¿Para qué? ¿Para saber qué era lo que había ocurrido? Evidentemente no. El objetivo era limpiar los nombres de Aguirre y Granados. La comisión duró cuatro días. Se impidió que fueran a declarar hasta las personas que habían sido objeto del espionaje. En un juicio siempre hay un presunto culpable y una presunta víctima. Pero en este caso las víctimas ni siquiera pudieron declarar. Y los diputados del Partido Popular de la Asamblea de Madrid se encargaron de tapar el ruido de fondo con el sonido de los aplausos que dirigían a su jefa. Aquí no ha pasado nada.

No tenemos brazos. No tenemos piernas. No tenemos voz. He vuelto a ver "Johnny cogió su fusil" y lo único que se me ocurre es lanzar un S.O.S.



"Si tuviera brazos podría matarme. Si tuviera piernas podría correr.
Si tuviera voz podría hablar, y mi voz me haría compañía. Podría pedir ayuda. Pero no puedo hacer nada, nada. Nadie oye mi grito.
S.O.S. ayudenme. S.O.S. ayudenme. S.O.S. ayudenme.
S.O.S ayudenme, S.O.S. ayudenme, S.O.S."


Besos.

Beta

martes, 10 de marzo de 2009

"Soy escritor. Es triste de pedir pero peor es de robar"

Hola,

He recibido este mail:

Estimada amiga: Lo primero, enhorabuena por tu blog, está fenomenal. Aparte de felicitarte, simplemente quería hacerte llegar una reseña de prensa y la portada de mi novela "Lobo Gris" (James Nava; Editorial El Tercer Nombre), por si consideras de interés incluirlos en el blog como una noticia, bien el texto completo o la parte que consideres adecuada. Además, me gustaría intercambiar links, el mío es: www.jamesnava.com

Ya me dirás. Muchas gracias por todo. Cordialmente, Jim


No conozco a ningún James Nava. Me meto en su web y resulta ser un señor de Valladolid que supuestamente es experto en temas de inteligencia militar estadounidense (palabras, inteligencia y militar, que se niegan la una a la otra). Me pregunto cómo habrá ido a caer semejante personaje en mi blog. Sus tres posts más populares van sobre Kylie Minogue, Elle McPherson y Heidi Klum, lo que parece significar que su afición por las tías buenas es aún mayor que su afición por los ejércitos. El cuarto más popular se titula "Las diez mujeres más sexys en lencería", el quinto "Victoria´s Secret", el sexto "El vídeo de Peta" y el séptimo "Ejercicios abdominales, gluteos y piernas". Me descojono. ¡Qué humor!

Su web deja bien claro que es la web "oficial" de James Nava. Me pregunto si habrá alguien dispuesto a hacer una página pirata, o una web de admiradores de semejante tipo (Beta, no te pases). Al parecer quien me escribe ha colaborado en la COPE (esto ya me va cuadrando más) y un par de sitios más con apellido "liberal". Los liberales cada vez me dan más miedo. Pero lo mejor está por llegar. Pincho en un apartado llamado "Donaciones" y leo: "Si te gusta esta web y quieres hacer una donación para ayudar en el soporte de gastos o como apoyo simbólico puedes hacerlo de forma rápida y segura". ¿Rápido y seguro? Me recuerda a un novio que tuve. Supongo que el oficio de escritor es duro y supongo que si quieres vivir de él tienes que apellidarte Gala o Pérez Reverte. Supongo que para lograr sobrevivir escribiendo una se tiene que vender al mejor postor y tragar con lo que le cae en las manos. Otra opción es escribir de día y prostituirte de noche (hmmm, esa no suena mal del todo mal). Sin embargo, escribir y pedir limosna a la vez no termino de verlo, es no tenerse ningún respeto a sí mismo, es ser fregona renunciando a la posibilidad de ser cenicienta hasta las doce de la noche.

Besos.

Beta

jueves, 5 de marzo de 2009

"Gora ETA"

Hola,

Me autoinvito a una reuníon de la dirección del PNV. A la entrada todos se saludan con abrazos y palmadas en la espalda. Cuando aparece Ibarretxe hay aplausos y "enhorabuenas lehendakari", sobre todo "lehendakari", se escuchan muchos "lehendakaris", como si por repetir muchas veces la palabra esta se hiciera más real.

Entran en la sala de juntas y todos los presentes se miran a las caras. Nadie dice nada hasta que finalmente, Joseba Eguibar rompe a llorar.

- La has jodido Ibarretxe, la has jodido, le recrimina.
- ¡Aquí nadie ha jodido nada!, dice Urkullu alzando la voz.
- ¿Nada? Más de veinte años en el poder y ahora nos vamos a quedar en la puta calle, insiste Eguibar.
- Amigo Joseba, a ver si te enteras que las elecciones las hemos ganado. ¿Acaso no estabas tú en la foto del domingo aplaudiendo como el primero cuando salimos a celebrar nuestro triunfo? En estas elecciones ha habido un ganador, y no es otro que el PNV. Vete a contarles a los de Eusko Alkartasuna que en realidad las hemos perdido, vete a contárselo a ellos con sus dos diputados a ver que te dicen. O cuéntaselo a Madrazo, que va a tenerse que poner a trabajar, cuéntaselo a Madrazo. Aquí quien ha ganado es el PNV y no me vengáis con mandangas, explica un Urkullu cada vez más exaltado.
- Si a mí no me tienes que convencer de nada Iñigo, al que tienes que convencer es a ese, que se va a quedar sin lehendakaritza, responde Eguibar señalando a Ibarretxe.
- ¡¡Cagoenlaputa!!, grita Urkullu llevándose la mano al cinto en un gesto instintivo de sacarse la pistola. ¡¡A callarse todo el mundo!! ¿De qué cojones me estáis hablando? ¿Me estáis diciendo que una panda de maquetos españoles nos van a robar el gobierno del país? ¡Este país lo gobernamos los vascos y eso no hay ni Dios ni elección que lo cambie!
- ¿Pero Patxi López no es vasco?, pregunto yo.
- Mira niñata: primero, que no sé qué carajo haces tú aquí si no te hemos invitado, y segundo Patxi López trabaja para Madrid, me responde Urkullu con displicencia.
- Patxi López no habla euskera, monina. Que yo no me he aprendido el puto euskera para que ahora venga otro a moverme la silla. Si quiere ser vasco que aprenda euskera, como hemos hecho los demás, agrega Ibarretxe.
- Es que a mí me resulta un poco extraño eso de arrogarse la legitimidad para gobernar un país por hablar un idioma o bailar el aurresku. Es como si en Madrid solo pudieran gobernar los que supieran bailar chotis, o en Andalucía las que se vistieran de sevillanas, respondo.
- Tú lo que pasa es que no tienes ni puta idea de cómo son las cosas aquí. Te vienes de Madrid pensando que lo sabes todo pero no tienes ni puta idea, me dice Eguibar.
- Vamos a salir ahí fuera y les vamos a decir que no vamos a consentir que aquí se de un golpe de estado, explica Urkullu.
- Mejor golpe institucional, dí golpe institucional, corrige Ibarretxe.
- Pues eso, que aquí no estamos dispuestos a tolerar que unas putas elecciones amañadas, como dijo el compañero Arzalluz, que unas elecciones amañadas nos arrebaten lo que nos hemos ganado con las pistolas... espera, que me estoy liando. Que no, coño, que no le vamos a dejar el gobierno al Patxi ese de los cojones. Que si nos lo arrebatan será por la fuerza y que en este país sabemos muy bien cómo defendernos, concluye Urkullu.
- ¡Gora ETA!, grita uno.
- Calla idiota, le responden.

Y lo que vino después ya lo vimos ayer en la tele.

Besos.

Beta

martes, 3 de marzo de 2009

La pistola eyaculadora

Hola,

(Este es el relato desde el otro lado del espejo. El relato gemelo al que hoy publico en Soitu)

Soy una pistola. Una Beretta 92. Aunque en mi cargador caben hasta quince balas, en este momento, no tengo más que cuatro. He pasado casi toda la vida sin ver la luz del sol, encerrada en un cajón, esperando que mi dueño requiriera mis servicios para librarse de intrusos u hostigadores. Diría que no he tenido demasiada suerte. En los años que tengo de vida apenas me han utilizado para hacer puntería disparando a latas en descampados. Cuando eres una pistola y deseas dedicarte a empresas mayores sueñas con el día en que te toque matar a alguien. Esperas, lógicamente, que la víctima se lo merezca y no ser la causante de que una bala perdida termine con la vida de un inocente.

Ahora estoy frente a una chica con gafas que me mira pensativa. No hace falta que me diga lo que está pensando, se ve a la legua. Me revisa el cargador y acaricia mi culata. Creo que se ha enamorado de mí. Yo también podría estar enamorándome de ella. Es una lástima, presiento que sería un amor fugaz. Ella me observa y yo la observo a ella. Cada vez más de cerca. Tengo el cañón en sus labios. Siento como si me besara. Quisiera porder hacer lo mismo. El sexo es como la muerte. Entro en su boca. Su lengua me acaricia por debajo. Me excito. Vuelvo a estar fuera. Mi cañón está húmedo. Por un instante, pienso que quizás se esté arrepintiendo pero, rápidamente, vuelve a colocar el dedo en el gatillo.

No hay demasiadas pistolas famosas. No tenemos muy buena prensa. Michael Moore nos ha hecho mucho daño. En el mundo de las pistolas, como en el de los humanos, también existen las clases sociales. Los revólveres son la aristocracia. Son petulantes. Alardean haciendo girar sus tambores y ofreciéndose para jugar a la ruleta rusa. Tienen cañones largos y, a veces, tatuados, lo que hace que algunos se sientan como objetos de museo. Las pistolas somos más discretas, pero también más efectivas. Somos más funcionales y, si de verdad necesitas salir de un apuro, es mucho mejor recurrir a una pistola que a un revolver. Al contrario que algunas pistolas que conozco, yo nunca he querido ser revolver. Bueno sí, me hubiera gustado ser el revólver que Clemenza esconde en una cisterna del restaurante Louis, en el Bronx, y con el que Michael Corleone se carga al capitán McCluskey y a Sollozzo en la primera parte de El Padrino. Me hubiera gustado ser ese revolver pero simplemente por mi afición al cine.

Vuelve a jugar conmigo. Vuelve a besarme, a introducirme en su boca. Qué gran sitio para eyacular. Dispara. Caigo al suelo. No quiero mirar. En un rato esto estará lleno de policía. Me tomarán las huellas. Soy la prueba "número uno". La he matado. Ella me lo ha pedido. Mi vida vuelve a ser una mierda.