martes, 26 de enero de 2010

Mío

Hola,

Supongo que Nueva York existe tantas veces como newyorkinos hay. Yo, por ejemplo, no he estado en el estadio de los Yankees o de los Mets a pesar de que en esta ciudad miles de personas viven por y para sus equipos de beisbol. Tampoco he estado en el Cotton Club. Ni en los cloisters. Ni he entrado en el Chrysler, porque no está permitido, ni me he muerto en las torres gemelas, porque cuando se cayeron yo estaba pintando de amarillo las paredes del primer piso al que me "emancipé" en el número trece de la calle Casto Plasencia de Madrid. Hay muchas Nueva York y nunca podremos conquistarlas por más que escuchemos "First we take Manhattan" en la voz de Leonard Cohen. Podrás alojarte en el Chelsea Hotel pero, resígnate, nunca te podrás tirar a Janis Joplin en una de sus habitaciones (ni falta que hace). Y sin embargo, no siendo de nadie, Nueva York es una ciudad que consigue ser de todos.

La primera vez que vine a esta ciudad me alojé en un apartamento cercano a Washington Square. Ahora, cuando vuelvo a pasar frente a él, no puedo evitar pensar que, aunque no fue más que por una semana, aquella fue mi casa. Más tarde estuve en la calle veinte, entre la octava y la novena, a una manzana de la casa en la que aún hoy vive Louise Bourgeois. Cada mañana saludaba a Frank, un gallego que llegó a la ciudad en los años cincuenta y que regenta una tienda de ultramarinos, y desayunaba en La Bergamota. Allí conocí a Jana, una chica de padres checos que esperaba convertirse en musa de algún director de cine mientras servía cruasanes y muffins. Esos sitios también fueron míos y cada vez que regreso a Nueva York vuelvo a pasar por ellos para ver si todo sigue tal como lo dejé. Es un comportamiento absurdo, sobre todo si tenemos en cuenta que Nueva York muda la piel casi con cada estación, pero responde a ese sentimiento de propiedad o de pertenencia que me lleva a considerar todos esos sitios un poco míos.

Ahora me estoy apoderando de Long Island City. Según los libros, esta parte de Queens, fue una ciudad independiente hasta hace poco más de un siglo. A pesar de que no soy más que una recién llegada soy capaz de sentirme como una estibadora esmirriada delante de las grúas de lo que debió ser el antiguo embarcadero de la ciudad.


Y aunque prefiero la Coca Cola a la Pepsi, delante de este cartel tengo mis dudas.


Besos.

Beta

24 comentarios:

XXL dijo...

Qué chulas las fotos

Anónimo dijo...

Casto Plasencia? Muy propio, quiero decir, muy tuyo

PAU dijo...

"Hay muchas Nueva York y nunca podremos conquistarlas..."
¿Esto lo has pensado tu sola?
Hay gente que va por la vida con ganas de comerse el mundo...y el mundo no se lo come nadie, es el él que nos come a nosotros.
Suerte.

eh... dijo...

Me acabo de dar cuenta que habías viajado a NY -hace meses que no vea tu blog- espero te la estés pasando bien y me encantaron las fotos.

Pásate por todos los museos que puedas (!)

Un abrazo.

Michele Alboreto dijo...

Llevas en Nueva York al menos desde el 31 de diciembre, a no ser que dosifiques tus entregas. Eso es lo más probable, farsantona.

No obstante, ya nos dirás de qué vives. No creo que sea de tu madre...

Pilar dijo...

Atesora titi, el mundo es tan tuyo como de calquier otro (por muy newyorino que sea).

Y siente celos.

(buenas fotos)

Beta dijo...

Anónimo, el caso es que no se quien era el tal Casto Plasencia.

Pau, lo he pensado yo con un equipo de quince licenciados de Filosofía que trabajan para mí.

Lou, en eso estoy, aunque los museos aquí son caretes.

Michele, exactamente desde el día 25 de diciembre. ¿De qué vivo? Búscalo, ya lo he contado en el blog.

Pilar, soy una celosa profesional :P

japogo dijo...

Ya que te estás apropiando de parte de la city, mándame un pellizco de Libertad y un trozo del Empire, mujer!

Rak dijo...

Ese sentimiento de pertenencia es maravilloso...Así sentimos que tenemos un rinconcito propio en cada lugar en el que hemos estado :)
Disfruta Nueva York!

la vecina del quinto dijo...

¿Pintor?

Anónimo dijo...

qué bello que está el cielo en la pepsi-cola.

amimeponemarilyn dijo...

'Boreal, algo ambiguo...' dicen Love of Lesbian. Eso es leerte para una tal yo :)

Luna Roi dijo...

En diciembre tenía todo el tiempo en la cabeza el 'first we take Manhattan...' (llegaba desde Berlín, al revés y sin conquistar nada: ni una rosca), pero cuando pasé por la 23 delante del Chelsea (me pareció cutre, como debe ser al fin y al cabo) me mareó la cabeza 'sad-eyed lady of the lowlands...' Tienes razón: NY múltiple. Adoré Harlem. Allí conocí a Sondra. No me la tiré. ¿Has visto ya la expo Bauhaus del MOMA? Me gustó. Aquella modernidad.

Beso, guapa!

inespoe@gmail.com dijo...

¿No extrañas Madrid?

Anónimo dijo...

Me gustya Nueva York en invierno. Queens es como Móstoles?

Sergio dijo...

Me gusta cuando escribes de tus viajes... Me da por imaginarte caminando entre rascacielos con tu propia Banda Sonora...

^^

Beta dijo...

Vecina el quinto, sí nos pintamos el piso con nuestras propias manos :P

Bellaluna, el Chelsea es completamente decadente. No sé como serán las habitaciones pero el vestíbulo, con la señora del columpio, no tiene nada que ver con lo que esperas encontrarte. Si he visto la expo de la Bauhaus, era lo único del Moma para lo que no había que experar. Molan los objetos de la época, el grifo para lavar los platos... Me hubiera gustado hacer alguna foto pero curiosamente no dejaban. ¿Sondra qué? :)

Tarántula, en Madrid tengo mi vida guardada en diecisiete cajas y deshacerlas me da una pereza que me mata.

Anónimo, nada que ver con Móstoles. Queens forma parte de NY, está a una parada de la estación central, y en Queens está la productora de Los Soprano. Nada que ver con Móstoles.

Silvia dijo...

Beta, y estas sola en NY? y si estas sola, no te da miedo??? Porque a mi me daría pánico, que alguien me atracase o me hiciera algo, sin saber donde acudir, sin saber que hacer...

Me gustaría tener tus ovarios para irme sola allí, aunque supongo que conocerás a gente, porque supongo que habrás ido por trabajo...que trabajo?? Todos aqui lo queremos saber.

Ciao bella!!

Ignacio J. Rivas dijo...

Qué envidia! Recorrete el cámino que hacía cada día Daniel Quinn, en ciudad de Cristal....y disfruta al máximo de la magia de la ciudad. Volveré....no sé cuando, pero volveré....

Lullu dijo...

Una cosa más...No tiene nada que ver con este post y me disculpo...pero es que vengo de leer lo de "una vez casi conocí a Michi Panero" en "boyera..." y no he podido evitar soltar una carcajada en mitad de la cafetería en la que estoy al leer el malditismo-pelo sucio de Loriga.

"El desencanto" es una maravilla

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Lo curioso es pensar que esa sensación que nos invade cuando vamos a esa ciudad puede ser parecida a la que sienta el newyorkino cuando pasea por el Madrid de los Austrias.

Y es que el mundo es un pañuelo.

Eulàlia dijo...

Vist i no vist..

¿donde estan las punto?

Rak dijo...

No he estado en Nueva York, pero ojalá Móstoles fuera como Queens ;)

Naze Ikenai-no. dijo...

Siendo NY a lo que puedes aspirar,
no perdonarías dejarla de apreciar.

Quizá la vanaglorias por similitudes y esperanzas. Y si fuera persona ¿qué persona sería?