Hola,
Mi madre lee el ¡Hola!, lo ha hecho toda la vida. Hasta donde alcanza mi memoria la recuerdo sentada en el sofá, en bata, los domingos por la mañana, leyendo en voz alta los reportajes del ¡Hola!. La recuerdo hablando de Lady Di, de Chabeli, de lo guapa que era la mujer del Sha de Persia y de la rivalidad entre Julio Iglesias y Raphael. "¿Has visto cómo está Amparo Muñoz? La pobre. Esta anda metida en asuntos de drogas, seguro". Mi relación con la revista era mucho más prosaica. Miraba las fotos y decidía quién me parecía guapo y quién no, y si alguien me parecía verdaderamente irresistible me llevaba la revista al baño y me masturbaba observando sus fotos. Hablo de cuando tenía... ¿doce? ¿trece?
El otro día en el vuelo a Copenhague se sentó a mi lado una señora con un ¡Hola! en las manos. Estuvo un buen rato leyéndolo y, cuando terminó, me lo ofreció diciéndome que venían unas fotos preciosas de Copenhague. Podía haber seguido escuchando a Pauline en la playa pero, vete a saber porqué, acepté su ofrecimiento. Efectivamente venían fotos de Copenhague, o mejor dicho del bautizo de unos niños rollizos daneses que dejarán de estarlo cuando abandonen la leche materna e introduzcan en su dieta el pepino, los arenques y la mostaza, que es lo que se come aquí. También venían las imágenes de una hija de Bertín Osborne que al parecer se ha casado con un primo (o algo parecido). Luego pasa lo que pasa. ¡Por qué Dios, por qué nos castigas con un niño hemofílico? Esta gente no aprende. Pero, de todos modos, lo mejor de la revista era esto:
"Está de nuevo aquí la Semana Santa y por las calles de España comienzan a desfilar Cristos dolientes y Vírgenes dolorosas entre un fervor de fieles y cofrades reviviendo así, después de veinte siglos, la última semana de Jesús de Nazareth que, por entonces, cargaba con la cruz camino del Monte Calvario y hoy carga con la cruz de nuestros errores y nuestros sobresaltos, nuestras decepciones y nuestra cobardía (...). Está muy claro que no es la cruz un final sino el principio de la gloria y la Resurrección. Jesús no fue un fracasado. Jesús es un Dios triunfador (...)".
Unas páginas después vienen tres misses "preparadas para la feria". Necesito un calendario. Tengo que saber en qué año vivimos, que alguien me diga que todo es producto de una regresión, de un viaje al pasado. Necesito alguna razón de peso para no romper mi pasaporte y quedarme aquí de por vida.
Besos.
Beta
13 comentarios:
TU CASA PARECE LA DE LA FAMILIA MONSTER
Mi abuela era adicta al Hola, al Diez minutos y al Lecturas.
Mi prima Mónica y yo, que en verano había días que nos aburríamos y nos daba por hacer trastadas muy elaboradas (mi prima era muy sofisticada de jovencilla, ya), recortamos en una ocasión una página de El Papus y la insertamos con precisión quirúrgica en un ejemplar del Lecturas. Sacando las grapas y volviendo a montarlas de nuevo, o sea, un trabajo fino.
Lo de El Papus era un reportaje sobre un hindú de aspecto jovial que era capaz de hacer un nudo Doble Nelson (en marinería se usa para los amarres) con su pene, que medía como 60 cm.
Anónimo, no vas desencaminado.
Jorge, ¿una polla de sesenta centímetros? supongo que si te follan con esas notarás como, a cada empujón, algo te golpea en la parte trasera de los ojos.
Yo también me hacía pajotes en el baño con el ¡hola! y similares.
Quédate con nosotros. Pasión, muerte y resurrección, eso es la vida más que la semana santa. Yo también me metía en el baño con el Hola, y curiosamente con catorce o así jugaba con Amparo Muñoz (en el baño), y nada, que tu blog es de puta madre, y cuesta encontrarlos tan buenos.
A pesar de las apariencias, el "¡Hola!" se sigue editando en blanco y negro...
¿Quién es el Sha de Persia?
Me encantan Pauline en la PLaya.Creia que era un rarito ,y que solo me gustaban a mi.¿O es que somos dos raritos,Beta?.Un saludo,y enhorabuena por el blog.
El Carballeira ese quiere follar contigo, se le nota tela.
Ha picado, no me lo puedo creer. Soy tan feliz.
Publicar un comentario