Hola,
España, 20-N. Esto es lo que pasó.
Rajoy mira al pilotito rojo de la cámara y dice que será el presidente de todos los españoles y que gobernará sin sectarismos mientras González Pons y Cospedal bromean sobre lo poco que va a durar la sonrisa en la cara a Ana Pastor. "A esta la mandamos a presentar los telediarios de Tele K", dice González Pons. Luego salen al balcón a saludar. A Aznar le piden que se quede dentro y Ana Botella se lo toma mal y telefonea a Cascos para ver si pueden ir a celebrarlo con ellos. Allí están todos: Rajoy, la que dicen que es su mujer, Cospedal, Soraya, Pio García, Espe y Gallardón (cada uno en un extremo), González Pons y Moragas. Al rato se incorpora Arias Cañete que estaba terminándose los canapés de cátering. Le dicen al DJ que pare la música. El Dj es el verdadero héroe de la noche ya que ha conseguido que la pandilla de borderlines que se agolpan en la calle hayan coreado todos juntos el "porque esto es Africa" de Shakira. Rajoy cumple su promesa. "Si ganamos de forma aplastante le doy un pico a esa que decís que es mi mujer". Lo prometió unas horas antes y lo cumple. Luego botan y se abrazan. "Llevamos ocho años esperando. Tenemos derecho".
Mientras, en el PSOE las bandejas con tortilla y empanada están prácticamente sin tocar. Alguien le dice a Rubalcaba que aún podrá presentarse dos veces más pero da la sensación de que Rubalcaba Rubalcabó. España ha hablado y lo ha dejado bien claro: no nos gustan los socialistas si son calvos y con barba. ¿Porqué te crees que se afeitó Almunia? Yo me presento en la puerta de Ferraz porque he oído que hay saqueo y aspiro a poder llevarme el Mac de Elena Valenciano, pero el segurata de la puerta rinde un último servicio al partido antes de apuntarse al INEM y no me deja pasar. Una tía buena cuya cara me parece reconocer sale en dirección a Génova acompañada de un tío que no se quién es.
En Izquierda Unida el choped se acaba antes de que se empiecen a conocer los resultados. Willy Meyer no deja de mirar su iPhone y Cayo Lara le pregunta que para qué sirve ese aparato. "Yo es que el teléfono aún lo tengo con Airtel", dice mostrando un motorola de aquellos a los que había que sacar la antena.
Rosa Díez tiene una cara de mala hostia que no puede con ella. Me pregunto qué le pasa y me dicen que nada, que en realidad se esta riendo. ¿Se está riendo? Nadie lo diría. Ha conseguido colar a Tony Cantó en el Parlamento. No sé si amarla u odiarla por ello.
En Amaiur descorchan sidra. Como alguien dice por ahí la reunión parece una convención de Quechua. Habla un tipo que tiene pinta de haberse pasado la tarde cortando leña. "Sus vais a enterar", viene a decir.
López de Uralde no ha conseguido escaño pero da un poco igual. Si fue capaz de colarse en la cumbre del clima Dinamarca puede hacer lo mismo en el Parlamento español. Total, ¿quién va a notar que en vez de 350 hay 351 si la mayoría no sabe contar?
Besos.
Beta
lunes, 21 de noviembre de 2011
lunes, 14 de noviembre de 2011
Corbatas
Hola,
Todas las gafapastas del mundo amamos a Woody Allen. No digo que fuéramos a acostarnos con él y a recorrer con nuestras lenguas su diminuto y áspero cuerpo de metro sesenta y cinco, pero Woody tiene algo. No es su pelo, ni sus manos, ni sus atléticos brazos, ni su tórax de gimnasta. Son sus gafas. El mismo lo ha reconocido: "Si me quito las gafas podría pasar por un repartidor de pizzas", dijo en una ocasión. Tiene razón, su atractivo, su inteligencia reside en las gafas. Son como el pelo de Sansón o el traje de Supermán. Sin ellas Woody es el principal candidato al premio "Reponedor Maduro Mercadona 2011". ¿Quién dijo que el hábito no hace al monje?
Rick Perry pensó que lo tenía todo para ser el próximo presidente de los Estados Unidos. Tenía pelazo, un traje de cinco mil dólares y una corbata roja de ochocientos. Con semejante bagaje ¿por qué no intentarlo? Entonces sucedió esto:
Comercio, educación y... ¿cuál es la otra? Dímelo corbata mágica, ¿cuál es la otra agencia de educación que yo debería cargarme? Hmmmm... no me acuerdo, pero no me irán a decir que eso es más importante que este traje hecho a medida. Y una cosa más, ¿sabían que soy capaz de correr cinco kilómetros cada mañana y que a veces incluso dejo atrás a mis propios guardaespaldas? ¿No se dan cuenta? Soy el hombre que necesitan. Estados Unidos no se merece un presidente calvo, ya tuvimos a Gerald Ford y no fue capaz de ganar a Jimmy Carter cuando intentó ser elegido en 1976. Lo admito, sí, soy idiota, pero un idiota bien parecido. Y ustedes son tan idiotas como yo. O más incluso, ya que están dispuestos a votarme. Y ni siquiera tienen un traje como el mío.
Y entretanto, a miles de kilómetros de distancia, los periodistas de un país llamado España especulan sobre las corbatas de los candidatos. Gilipollez global.
Besos.
Beta
Todas las gafapastas del mundo amamos a Woody Allen. No digo que fuéramos a acostarnos con él y a recorrer con nuestras lenguas su diminuto y áspero cuerpo de metro sesenta y cinco, pero Woody tiene algo. No es su pelo, ni sus manos, ni sus atléticos brazos, ni su tórax de gimnasta. Son sus gafas. El mismo lo ha reconocido: "Si me quito las gafas podría pasar por un repartidor de pizzas", dijo en una ocasión. Tiene razón, su atractivo, su inteligencia reside en las gafas. Son como el pelo de Sansón o el traje de Supermán. Sin ellas Woody es el principal candidato al premio "Reponedor Maduro Mercadona 2011". ¿Quién dijo que el hábito no hace al monje?
Rick Perry pensó que lo tenía todo para ser el próximo presidente de los Estados Unidos. Tenía pelazo, un traje de cinco mil dólares y una corbata roja de ochocientos. Con semejante bagaje ¿por qué no intentarlo? Entonces sucedió esto:
Comercio, educación y... ¿cuál es la otra? Dímelo corbata mágica, ¿cuál es la otra agencia de educación que yo debería cargarme? Hmmmm... no me acuerdo, pero no me irán a decir que eso es más importante que este traje hecho a medida. Y una cosa más, ¿sabían que soy capaz de correr cinco kilómetros cada mañana y que a veces incluso dejo atrás a mis propios guardaespaldas? ¿No se dan cuenta? Soy el hombre que necesitan. Estados Unidos no se merece un presidente calvo, ya tuvimos a Gerald Ford y no fue capaz de ganar a Jimmy Carter cuando intentó ser elegido en 1976. Lo admito, sí, soy idiota, pero un idiota bien parecido. Y ustedes son tan idiotas como yo. O más incluso, ya que están dispuestos a votarme. Y ni siquiera tienen un traje como el mío.
Y entretanto, a miles de kilómetros de distancia, los periodistas de un país llamado España especulan sobre las corbatas de los candidatos. Gilipollez global.
Besos.
Beta
martes, 8 de noviembre de 2011
Gatillazo
Hola,
Abandonas el plató. Necesitas ver la cara de tus colaboradores. ¿Cómo ha ido? ¿Se me ha olvidado algo? ¿He dado bien en cámara? ¿He estado convincente? Llegas detrás del escenario. González Pons y Ana Mato casi se te llevan por delante en su alocada carrera para abrazarse con Rajoy. ¿Dónde están Elena Valenciano y ese chico que se parece a Elvis Costello y que te lleva la campaña? De repente lo escuchas: Alfredo, ¡enhorabuena!
¿Hemos ganado? ¿Cómo ha ido? Preguntas nervioso. Tu equipo te abraza. Parecen satisfechos. Te dicen que has estado genial, que has machacado al rival. ¿De verdad? preguntas. Te contestan que sí, que sí, que la victoria es clara, que no ha habido color, que Rajoy no ha contestado a una sola de tus preguntas, que este ha sido el primer paso, que la remontada es posible. Alguien llega a llamarte "presidente". Sí, has ganado.
Un momento, ¿y esos por qué están abriendo una botella de champán? Te dicen que no les hagas caso, que no es más que una cuestión de imagen. Al igual que el día de las elecciones hay que aparentar que se ha ganado pero, evidentemente, esta vez han perdido. Preguntas si están seguros de lo que dicen y Elvis Costello te responde con un "¿tengo yo cara de mentirte?". No, tu lo que tienes es cara de Elvis Costello pero no tienes especial cara de mentiroso. Al menos no tanta como González Pons, que en ese momento pide unas copas a un confundido Campo Vidal para poderse beber el champán. Te vibra el móvil. Es tu mujer que llama. Al descolgar descubres que tienes 163 mensajes de texto nuevos. "Alfredo, cariño, has estado maravilloso". Intentas recordar la última vez que tu mujer te dijo eso. Si, fue tras una noche romántica en un hotel de Tenerife. "Gracias amor", contestas. Esta noche mojas. Valenciano te reclama para una foto con los directivos de la academia y de las televisiones que han retransmitido el debate. "Tengo que dejarte, me llaman para una foto, Te quiero", le dices a tu mujer antes de colgar. Intentas abrazarte a Campo Vidal pero te hace la cobra y te esquiva. Estás en una nube. Eres el rey del mundo. Luego te acompañan a la salida. Posas ante más fotógrafos. Saludas. Te metes dentro de tu coche de lunas tintadas. Se hace el silencio.
Respiras profundamente. Subidón. ¿Subidón? ¿Y esas caras? ¿Qué sucede? A Elvis Costello se le ha puesto la misma cara que se le pone cuando termina de cantar Gloomy sunday. Españoles, Franco... ha muerto. "#rajoygana es trending topic", te dicen. ¿Y eso qué coño significa? Los de El País y los de La Sexta dicen que ha ganado Rajoy. ¿Cómo? No entiendes nada. "No son más que unas primeras valoraciones, no es definitivo. No son más que predicciones. Hay que esperar al escrutinio de las primeras papeletas", te dice Valenciano. ¿Pero de qué coño estás hablando, gilipollas? ¿Qué me quieres explicar? ¡Que yo he sido ministro de interior y me sé cómo funcionan estas cosas! ¿De verdad El País dice que he perdido? Caras largas. ¿Y la Sexta también? Silencio. No entiendes nada. Hace cinco minutos todo era perfecto y ahora te salen con estas. Un momento, un momento. Si esto es una broma la he captado. Me río: jaja, y pasamos a otra cosa. ¿Hemos ganado, no? "Sí, para nosotros hemos ganado. Hemos ganado, presidente, hemos ganado". ¿Para nosotros? ¿Qué me estáis contando? ¿Y para la gente? "Bueno, quizás el debate no la haya visto tanta gente, en Telecinco ponían CSI". Tu móvil no deja de vibrar. 254 mensajes nuevos. Llegáis a Ferraz. Abres la puerta del coche. Los flashes te ciegan.
Besos.
Beta
Abandonas el plató. Necesitas ver la cara de tus colaboradores. ¿Cómo ha ido? ¿Se me ha olvidado algo? ¿He dado bien en cámara? ¿He estado convincente? Llegas detrás del escenario. González Pons y Ana Mato casi se te llevan por delante en su alocada carrera para abrazarse con Rajoy. ¿Dónde están Elena Valenciano y ese chico que se parece a Elvis Costello y que te lleva la campaña? De repente lo escuchas: Alfredo, ¡enhorabuena!
¿Hemos ganado? ¿Cómo ha ido? Preguntas nervioso. Tu equipo te abraza. Parecen satisfechos. Te dicen que has estado genial, que has machacado al rival. ¿De verdad? preguntas. Te contestan que sí, que sí, que la victoria es clara, que no ha habido color, que Rajoy no ha contestado a una sola de tus preguntas, que este ha sido el primer paso, que la remontada es posible. Alguien llega a llamarte "presidente". Sí, has ganado.
Un momento, ¿y esos por qué están abriendo una botella de champán? Te dicen que no les hagas caso, que no es más que una cuestión de imagen. Al igual que el día de las elecciones hay que aparentar que se ha ganado pero, evidentemente, esta vez han perdido. Preguntas si están seguros de lo que dicen y Elvis Costello te responde con un "¿tengo yo cara de mentirte?". No, tu lo que tienes es cara de Elvis Costello pero no tienes especial cara de mentiroso. Al menos no tanta como González Pons, que en ese momento pide unas copas a un confundido Campo Vidal para poderse beber el champán. Te vibra el móvil. Es tu mujer que llama. Al descolgar descubres que tienes 163 mensajes de texto nuevos. "Alfredo, cariño, has estado maravilloso". Intentas recordar la última vez que tu mujer te dijo eso. Si, fue tras una noche romántica en un hotel de Tenerife. "Gracias amor", contestas. Esta noche mojas. Valenciano te reclama para una foto con los directivos de la academia y de las televisiones que han retransmitido el debate. "Tengo que dejarte, me llaman para una foto, Te quiero", le dices a tu mujer antes de colgar. Intentas abrazarte a Campo Vidal pero te hace la cobra y te esquiva. Estás en una nube. Eres el rey del mundo. Luego te acompañan a la salida. Posas ante más fotógrafos. Saludas. Te metes dentro de tu coche de lunas tintadas. Se hace el silencio.
Respiras profundamente. Subidón. ¿Subidón? ¿Y esas caras? ¿Qué sucede? A Elvis Costello se le ha puesto la misma cara que se le pone cuando termina de cantar Gloomy sunday. Españoles, Franco... ha muerto. "#rajoygana es trending topic", te dicen. ¿Y eso qué coño significa? Los de El País y los de La Sexta dicen que ha ganado Rajoy. ¿Cómo? No entiendes nada. "No son más que unas primeras valoraciones, no es definitivo. No son más que predicciones. Hay que esperar al escrutinio de las primeras papeletas", te dice Valenciano. ¿Pero de qué coño estás hablando, gilipollas? ¿Qué me quieres explicar? ¡Que yo he sido ministro de interior y me sé cómo funcionan estas cosas! ¿De verdad El País dice que he perdido? Caras largas. ¿Y la Sexta también? Silencio. No entiendes nada. Hace cinco minutos todo era perfecto y ahora te salen con estas. Un momento, un momento. Si esto es una broma la he captado. Me río: jaja, y pasamos a otra cosa. ¿Hemos ganado, no? "Sí, para nosotros hemos ganado. Hemos ganado, presidente, hemos ganado". ¿Para nosotros? ¿Qué me estáis contando? ¿Y para la gente? "Bueno, quizás el debate no la haya visto tanta gente, en Telecinco ponían CSI". Tu móvil no deja de vibrar. 254 mensajes nuevos. Llegáis a Ferraz. Abres la puerta del coche. Los flashes te ciegan.
Besos.
Beta
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