Hola,
No soy sospechosa. Creo que la "ley Sinde" es una aberrante defensa de una industria mortecina condenada a desaparecer que se aprovecha de los autores a quienes dice defender. He escrito varias veces sobre el asunto y, a estas alturas, no aspiro ya a convencer a nadie. Estoy en el barco de los que unos llaman ladrones, otros llaman piratas y otros delincuentes. De esos delincuentes a quienes ningún juez ha podido condenar porque, posiblemente, no cometían ningún delito. Ese es mi bando y no tengo intención de mudarme. Acabo de leer que Anonymous ha publicado datos personales del ministro de Cultura, de su predecesora, del dueño de los cines Renoir y de no se qué otras personas de las que están en el bando contrario al mío. Vomito.
Besos.
Beta
lunes, 30 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
Queremos saber
Hola,
Ha muerto Manuel Fraga. Yo no me creo la versión oficial de que murió porque tenía 89 años. Hay gente de ochenta y nueve años que sigue vivita y coleando así que la hipótesis de la edad no se sostiene y deja muchos cabos sin atar. Además de la teoría de la edad circulan otras versiones mucho más creíbles que explican el porqué de la repentina desaparición del fundador de Alianza Popular.
Teoría número uno: Testigos cercanos a la familia sostienen que Fraga pensaba relanzar su carrera entrando en la casa de Gran Hermano y que fue cuando conoció la noticia de que no había pasado el cásting cuando el veterano político optó por quitarse la vida. Esta teoría tiene bastantes visos de ser cierta aunque deja una pregunta abierta: ¿Acaso Fraga no sabía que, a veces, la dirección de Gran Hermano se saca un conejo de la chistera y mete en el último momento en la casa a alguien a quien previamente había descartado?
Teoría número dos: La revalorización del uno por ciento de las pensiones anunciada por el gobierno de Rajoy dejaba en muy mala situación al antiguo dirigente popular ya que, con un IPC por encima del dos por ciento, su poder adquisitivo disminuía. Ante esta situación el veterano político habría optado por quitarse la vida. Reconozco que es una teoría rebuscada ya que todo el mundo sabe que Fraga acumulaba varias pensiones y, según afirman quienes le conocían, vivía de un modo holgado a pesar de la crisis.
Teoría número tres: Santiago Carrillo. Las diferencias entre Fraga Iribarne y Santiago Carrillo vienen desde lejos. ¿Alguien puede responder a la pregunta de dónde estaba Santiago Carrillo ayer a las nueve y cuarto de la noche? Fuentes cercanas a Libertad Digital afirman que en Paracuellos del Jarama pero todos sabemos que Libertad Digital no es un medio muy fiable.
Teoría número cuatro: El personaje interpretado por Burt Lancaster en Novecento se ahorca el día que descubre que la polla no se le levanta. La teoría número cuatro sostiene que Fraga vió ayer Novecento y llegó a la conclusión de que hace muchos años que debería haber tomado una decisión similar. Esta teoría genera ciertas dudas ya que Novecento es una película que dura seis horas y cuesta mucho creer que Fraga se mantuviera despierto tanto tiempo.
Teoría numero cinco: Fraga no ha muerto, se ha mudado a una mansión de Honolulú donde es vecino de Elvis Presley, Osama Bin Laden y Adolf Hitler. Es posible salvo por el hecho de que a Fraga el movimiento de caderas de Elvis Presley le parecía propio de un degenerado, consideraba que los campos de concentración del nazismo eran una "mala forma de gestionar el problema judío" y Bin Laden le parecía "un pobre morito equivocado".
Teoría número seis: Fraga ha muerto de asesinado por la ETA. En principio era una de las teorías más plauxibles si tenemos en cuenta el contenido de las mochilas que misteriosamente Rubalcaba hizo desaparecer y las declaraciones de la mujer de Trashorras, pero los restos de explosivos encontrados en casa de Fraga no coinciden con el material sustraído en Mina Conchita sino que más bien parecen proceder de pirotécnias San Martín, empresa que suministró al nieto del político los petardos para su última fiesta de cumpleaños.
Teoría número siete: Como todo el mundo sabe Fraga mantenía una relación con Alaska tal y como se refleja en esta fotografía.
El domingo pasado, justamente el domingo pasado, se supo que Alaska iba a ser la protagonista del nuevo número de Interviu. No solo eso, la líder de Fangoria se disponía a aparecer enseñando las tetas en una docena de fotografías que pretendían rememorar viejas portadas de la revista. Hay quien dice que Fraga no aprobaba la decisión de la cantante de mostrarse en la revista del mismo modo que no aprobaba la pantomima de matrimonio que Alaska mantenía con ese ente llamado Mario Vaquerizo. Según diversos testigos Fraga Iribarne se presentó en el domicilio de la cantante a primera hora de la tarde del pasado domingo. Al parecer se escucharon gritos. Las dudas que nos ofrece esta teoría es que en casa de Alaska y Mario siempre se escuchan gritos.
Teoría número ocho: A Fraga se le atragantó una palabra de siete sílabas, probablemente "contraindicaciones". A pesar de que su hija trató de practicarle la maniobra de Heimlich la erre se le quedó atravesada en la tráquea provocando su ahogamiento.
Teoría número nueve: Fraga fue asesinado por un camello que traficaba con banderas preconstitucionales al que el político debía dinero. Aunque sobre el papel es una teoría perfectamente posible hay quien afirma que era su mujer (fallecida hace casi una década) quien se ocupaba de ese tipo de asuntos. Cuesta creer que, teniendo en cuenta la relevancia del personaje, Fraga se ocupara personalmente de ese tipo de asuntos en vez de hacerlo a través de un becario interpuesto, como todo el mundo.
Teoría número diez: Palomares. Tenía que pasar antes o después. Cuando eres joven cometes todo tipo de excesos pensando que nunca te pasarán factura. Fraga se bañó en Palomares sabiendo los riesgos que aquella maniobra de imagen conllevaba pero al grito de "a mí estos caballeretes no me van a decir dónde puedo bañarme" se zambulló en unas aguas contaminadas por plutonio enriquecido. Los otros dos pringados que le siguieron en su aventura, el embajador de Estados Unidos y un tercer personaje cuya identidad nunca se concretó, fallecieron ya hace años víctimas de su inconsciente aventura. Fraga era el único superviviente que quedaba de aquel episodio... hasta el pasado domingo.
Besos.
Beta
Ha muerto Manuel Fraga. Yo no me creo la versión oficial de que murió porque tenía 89 años. Hay gente de ochenta y nueve años que sigue vivita y coleando así que la hipótesis de la edad no se sostiene y deja muchos cabos sin atar. Además de la teoría de la edad circulan otras versiones mucho más creíbles que explican el porqué de la repentina desaparición del fundador de Alianza Popular.
Teoría número uno: Testigos cercanos a la familia sostienen que Fraga pensaba relanzar su carrera entrando en la casa de Gran Hermano y que fue cuando conoció la noticia de que no había pasado el cásting cuando el veterano político optó por quitarse la vida. Esta teoría tiene bastantes visos de ser cierta aunque deja una pregunta abierta: ¿Acaso Fraga no sabía que, a veces, la dirección de Gran Hermano se saca un conejo de la chistera y mete en el último momento en la casa a alguien a quien previamente había descartado?
Teoría número dos: La revalorización del uno por ciento de las pensiones anunciada por el gobierno de Rajoy dejaba en muy mala situación al antiguo dirigente popular ya que, con un IPC por encima del dos por ciento, su poder adquisitivo disminuía. Ante esta situación el veterano político habría optado por quitarse la vida. Reconozco que es una teoría rebuscada ya que todo el mundo sabe que Fraga acumulaba varias pensiones y, según afirman quienes le conocían, vivía de un modo holgado a pesar de la crisis.
Teoría número tres: Santiago Carrillo. Las diferencias entre Fraga Iribarne y Santiago Carrillo vienen desde lejos. ¿Alguien puede responder a la pregunta de dónde estaba Santiago Carrillo ayer a las nueve y cuarto de la noche? Fuentes cercanas a Libertad Digital afirman que en Paracuellos del Jarama pero todos sabemos que Libertad Digital no es un medio muy fiable.
Teoría número cuatro: El personaje interpretado por Burt Lancaster en Novecento se ahorca el día que descubre que la polla no se le levanta. La teoría número cuatro sostiene que Fraga vió ayer Novecento y llegó a la conclusión de que hace muchos años que debería haber tomado una decisión similar. Esta teoría genera ciertas dudas ya que Novecento es una película que dura seis horas y cuesta mucho creer que Fraga se mantuviera despierto tanto tiempo.
Teoría numero cinco: Fraga no ha muerto, se ha mudado a una mansión de Honolulú donde es vecino de Elvis Presley, Osama Bin Laden y Adolf Hitler. Es posible salvo por el hecho de que a Fraga el movimiento de caderas de Elvis Presley le parecía propio de un degenerado, consideraba que los campos de concentración del nazismo eran una "mala forma de gestionar el problema judío" y Bin Laden le parecía "un pobre morito equivocado".
Teoría número seis: Fraga ha muerto de asesinado por la ETA. En principio era una de las teorías más plauxibles si tenemos en cuenta el contenido de las mochilas que misteriosamente Rubalcaba hizo desaparecer y las declaraciones de la mujer de Trashorras, pero los restos de explosivos encontrados en casa de Fraga no coinciden con el material sustraído en Mina Conchita sino que más bien parecen proceder de pirotécnias San Martín, empresa que suministró al nieto del político los petardos para su última fiesta de cumpleaños.
Teoría número siete: Como todo el mundo sabe Fraga mantenía una relación con Alaska tal y como se refleja en esta fotografía.
El domingo pasado, justamente el domingo pasado, se supo que Alaska iba a ser la protagonista del nuevo número de Interviu. No solo eso, la líder de Fangoria se disponía a aparecer enseñando las tetas en una docena de fotografías que pretendían rememorar viejas portadas de la revista. Hay quien dice que Fraga no aprobaba la decisión de la cantante de mostrarse en la revista del mismo modo que no aprobaba la pantomima de matrimonio que Alaska mantenía con ese ente llamado Mario Vaquerizo. Según diversos testigos Fraga Iribarne se presentó en el domicilio de la cantante a primera hora de la tarde del pasado domingo. Al parecer se escucharon gritos. Las dudas que nos ofrece esta teoría es que en casa de Alaska y Mario siempre se escuchan gritos.
Teoría número ocho: A Fraga se le atragantó una palabra de siete sílabas, probablemente "contraindicaciones". A pesar de que su hija trató de practicarle la maniobra de Heimlich la erre se le quedó atravesada en la tráquea provocando su ahogamiento.
Teoría número nueve: Fraga fue asesinado por un camello que traficaba con banderas preconstitucionales al que el político debía dinero. Aunque sobre el papel es una teoría perfectamente posible hay quien afirma que era su mujer (fallecida hace casi una década) quien se ocupaba de ese tipo de asuntos. Cuesta creer que, teniendo en cuenta la relevancia del personaje, Fraga se ocupara personalmente de ese tipo de asuntos en vez de hacerlo a través de un becario interpuesto, como todo el mundo.
Teoría número diez: Palomares. Tenía que pasar antes o después. Cuando eres joven cometes todo tipo de excesos pensando que nunca te pasarán factura. Fraga se bañó en Palomares sabiendo los riesgos que aquella maniobra de imagen conllevaba pero al grito de "a mí estos caballeretes no me van a decir dónde puedo bañarme" se zambulló en unas aguas contaminadas por plutonio enriquecido. Los otros dos pringados que le siguieron en su aventura, el embajador de Estados Unidos y un tercer personaje cuya identidad nunca se concretó, fallecieron ya hace años víctimas de su inconsciente aventura. Fraga era el único superviviente que quedaba de aquel episodio... hasta el pasado domingo.
Besos.
Beta
martes, 10 de enero de 2012
Cuento de navidad (o de unos días después)
Hola,
Ingemar Streverhassen era natural de Malmö (Suecia). Tenía veinticinco años y una consola de videojuegos. Ingemar, era un joven tranquilo y no demasiado comunicativo. Aunque dicha timidez había provocado cierta preocupación inicial en sus padres terminaron por no darle demasiada importancia ya que, a fin de cuentas, -pensaron-, Ingemar era sueco.
El diez de enero del 2012 el despertador de Ingemar sonó a las 6:45 de la mañana. Se levantó y desayunó un par de tostadas frente al televisor viendo un reportaje sobre el fin del mundo. ¿De verdad ibamos a morir todos a finales del 2012? La idea no dejó de rondarle la cabeza durante los cuarenta y cinco minutos que duró su sesión de footing. Luego regresó a casa y se duchó. Se frotó con rabia hasta que su piel enrojeció. Giró la llave del agua caliente al máximo y todo el baño se lleno de vaho. Se sentía sucio y un malestar de ánimo parecía haberse apoderado de él. Cuando salió de la ducha se quedó unos minutos mirándose ante el espejo nublado. Su pene estaba flacido y se estaba quedando calvo. Maldijo sus genes y tomó la primera decisión del día: iba a matar a su padre.
El reloj del comedor marcaba las 10:33 cuando Ingemar volvió a encender la televisión. Parecía hipnotizado, incapaz de despegar los ojos de la pantalla mientras, en el otro extremo del sofá, el cuerpo ensangrentado de su padre yacía con un martillo incrustado en el cráneo. Las noticias se hicieron eco de las últimas declaraciones del Papa: el matromonio homosexual -había dicho textualmente- acabará con la humanidad. Ingemar odió al mundo y se odió a sí mismo. Quería acabar con la humanidad y el Santo Padre acababa de decirle cómo hacerlo. Sintió que no tenía tiempo que perder. Se lavo las manos y decidió lanzarse a la calle. En el mismo portal del edificio se topó con el cartero que depositaba la correspondencia en los buzones. Ingemar no dijo nada, se bajó los pantalones e intentó violarle. El cartero lo redujo con un par de golpes. La cara de Ingemar abrió los telediarios de las 13:30.
Besos.
Posdata: Me cago en el puto Papa.
Beta
Ingemar Streverhassen era natural de Malmö (Suecia). Tenía veinticinco años y una consola de videojuegos. Ingemar, era un joven tranquilo y no demasiado comunicativo. Aunque dicha timidez había provocado cierta preocupación inicial en sus padres terminaron por no darle demasiada importancia ya que, a fin de cuentas, -pensaron-, Ingemar era sueco.
El diez de enero del 2012 el despertador de Ingemar sonó a las 6:45 de la mañana. Se levantó y desayunó un par de tostadas frente al televisor viendo un reportaje sobre el fin del mundo. ¿De verdad ibamos a morir todos a finales del 2012? La idea no dejó de rondarle la cabeza durante los cuarenta y cinco minutos que duró su sesión de footing. Luego regresó a casa y se duchó. Se frotó con rabia hasta que su piel enrojeció. Giró la llave del agua caliente al máximo y todo el baño se lleno de vaho. Se sentía sucio y un malestar de ánimo parecía haberse apoderado de él. Cuando salió de la ducha se quedó unos minutos mirándose ante el espejo nublado. Su pene estaba flacido y se estaba quedando calvo. Maldijo sus genes y tomó la primera decisión del día: iba a matar a su padre.
El reloj del comedor marcaba las 10:33 cuando Ingemar volvió a encender la televisión. Parecía hipnotizado, incapaz de despegar los ojos de la pantalla mientras, en el otro extremo del sofá, el cuerpo ensangrentado de su padre yacía con un martillo incrustado en el cráneo. Las noticias se hicieron eco de las últimas declaraciones del Papa: el matromonio homosexual -había dicho textualmente- acabará con la humanidad. Ingemar odió al mundo y se odió a sí mismo. Quería acabar con la humanidad y el Santo Padre acababa de decirle cómo hacerlo. Sintió que no tenía tiempo que perder. Se lavo las manos y decidió lanzarse a la calle. En el mismo portal del edificio se topó con el cartero que depositaba la correspondencia en los buzones. Ingemar no dijo nada, se bajó los pantalones e intentó violarle. El cartero lo redujo con un par de golpes. La cara de Ingemar abrió los telediarios de las 13:30.
Besos.
Posdata: Me cago en el puto Papa.
Beta
lunes, 9 de enero de 2012
Noche de paz, noche de amor
Hola,
Todos despotricamos contra las navidades pero hay que reconocer que a veces nos dejan momentos únicos. El día 24 fui a casa de mi madre por la mañana, ella estaba terminando de poner el belén y al verme me miró con ojos de "las cosas ya no son como eran, me acuerdo de cuando eras tú quien se ocupaba de estas cosas y de lo mucho que te gustaba colocar los cerdos, las ovejas, los pastores y los angelitos". Pero no me dijo nada y simplemente me pidió que le acercara el musgo mientras despotricaba contra su asistenta boliviana por no saber dónde había que colocar a los pajes. Ella tampoco sabía muy bien dónde situar a las figuras ya que había colocado al pastor de los pantalones verdes muy lejos de la señora del cántaro en la cabeza sin tener en cuenta que ambos tienen un lío y que, cuando la habitación se queda a oscuras, follan.
"Ya que estás ahí sin hacer nada podrías bajar a comprar fiambres para la cena", me dice. Le pregunto si quiere choped o si me va a dar dinero. Me larga cincuenta euros. El paso del jamón El Pozo al Cinco Jotas no es demasiado importante para la humanidad pero es histórico para mí. Compro doscientos gramos, una torta del Casar y unos panes de diseño. Luego regreso a casa. Me dice que vendrá a cenar Miguel, "un amigo". En el lenguaje de mi madre "un amigo" quiere decir mi nuevo novio, el tío con el que estoy deseando sentarme a ver si se llevan el bote de Pasapalabra, el tío que me ríe las gracias cuando salgo en la tele, el que me dice lo guapa que estoy y lo atinado de mis comentarios. Vamos, un pringado. Su presencia le da cierto aire de emoción y suspense a la noche.
Llega a las ocho y media, puntual como un reloj. Trae una botella de Moet y unos pasteles de Mallorca. Mi madre hace las presentaciones. "Miguel, esta es mi hija Beatriz". "Beta", corrijo. Me mira con cara de "tenía ganas de conocerte pequeña putita, tu madre me ha hablado mucho de ti y, a decir verdad, nada bueno". Yo le miro con cara de "te has pasado con el tinte y se nota. Acabas de ser nominado al premio Grecian 2000 del año". Le estrecho la mano, nada de besos. La mesa está preparada. Vajilla de porcelana con escenas de cacerías y de ciervos, cubiertos de plata y cuatro copas diferentes: la del blanco, la del tinto, la del champán (en casa de mi madre se boicotea el cava catalán por culpa de Carod Rovira) y la del agua.
Mi madre pregunta cuánto falta para que empiece el discurso del rey y yo abro la botella de blanco. Me bebo a escondidas una copa de un tirón, como si fuera agua, y me sirvo una segunda. Se sientan delante de la tele: "Les habla su excelencia el jefe del estado". Se cuadran como si estuvieran en la Plaza de Oriente y escuchan. El rey sale delante de una foto en la que aparece junto Rajoy y Zapatero. Si yo tuviera una foto como esa la ocultaría. Intento hacer comentarios sarcásticos a cada una de sus palabras. Mi madre me manda callar y su novio me mira con cara de "qué irrespetuosa eres". Twitteo: Mientras el rey habla Urdangarín se come el marisco. Twitteo de nuevo: "Juan Carlos deja ya de hablar por el skype y ven a la mesa que se enfría la cena", grita la reina. Me retwittean. A veces tu vida virtual es mucho mejor que tu vida real. Cuando el rey termina de hablar mi madre y su novio analizan el discurso. "Lo que ha dicho era una referencia a Urdangarín", dice mi madre. "Sí, eso ha quedado claro", asiente su juguete farmatint. Me viene a la cabeza el ex de una amiga intentándose abrir melodramáticamente las venas con un cuchillo de postre a las cuatro de la mañana y con los ojos inyectados en alcohol. Deseo la muerte.
Nos sentamos a la mesa. El novio de mi madre pregunta si puede bendecir la mesa y yo trato de contener la risa. Mi madre dice que no tenemos mucha costumbre de hacerlo pero que puede proceder. El hombre le agradece a Dios que se haya pasado la tarde haciendo salpicón de marisco y luego se frota las manos y dice que todo tiene un aspecto magnífico. Yo me sirvo la tercera y comienzo a notar calor en las mejillas. Le pregunto a qué se dedica y me dice que es dentista. Mi madre es un orgulloso pavo real que ha encontrado alguien que le revisará los implantes a precio de amigo. El tipo parece feliz hablando de sarro, ortodoncias, gingivitis, piorreas y caries. También habla del intrusismo de los dentistas sudamericanos y esta vez es mi madre quien asiente. Parecen hechos el uno para el otro.
Miguel me pregunta si tengo novio. Mi madre pone cara de "uy novio esta, ya me gustaría a mí, pero no, ahora le ha dado por hacerse la tortillera". "Verbalízalo madre, verbalízalo, dile que soy lesbiana y que me follo a escondidas a la mujer de mi jefe", digo. Miguel pone cara de "no, si yo ya lo sabía, ya me había contado los disgustos tan grandes que le das". Le explico que por eso no ha venido a cenar. Porque a mi madre no le parece bien y porque está en Cáceres, visitando a su abuela.
De pronto, no sé por qué, me da por empezar a llamarle Michele. Pongo voz de Vito Corleone y le llamo Michele. En realidad sí sé porqué: estoy borracha. "¿Michele, y tu también opinas que Zapatero ha arruinado a España?", digo intentando provocar. "Eso no es que lo opine yo, eso lo sabe todo el mundo y tu madre fue la primera en decirlo", contesta. "¿Ves? Una joyita, te llevas", digo.
Me levanto solemnemente y digo: madre, como puedes observar estoy borracha y bien sabes por experiencia propia que cuando a un borracho le da por largar puede llegar a convertirse en un auténtico coñazo. Como no quiero que este buen hombre se lleve una mala impresión de la familia me voy a retirar a mis habitaciones para que vosotros podáis hacer vuestras cosas, cosas que prefiero no imaginarme. Ha sido un placer. Buenas noches.
Desaparezco. Vomito la cena. Me quedo dormida.
Besos.
Beta
Todos despotricamos contra las navidades pero hay que reconocer que a veces nos dejan momentos únicos. El día 24 fui a casa de mi madre por la mañana, ella estaba terminando de poner el belén y al verme me miró con ojos de "las cosas ya no son como eran, me acuerdo de cuando eras tú quien se ocupaba de estas cosas y de lo mucho que te gustaba colocar los cerdos, las ovejas, los pastores y los angelitos". Pero no me dijo nada y simplemente me pidió que le acercara el musgo mientras despotricaba contra su asistenta boliviana por no saber dónde había que colocar a los pajes. Ella tampoco sabía muy bien dónde situar a las figuras ya que había colocado al pastor de los pantalones verdes muy lejos de la señora del cántaro en la cabeza sin tener en cuenta que ambos tienen un lío y que, cuando la habitación se queda a oscuras, follan.
"Ya que estás ahí sin hacer nada podrías bajar a comprar fiambres para la cena", me dice. Le pregunto si quiere choped o si me va a dar dinero. Me larga cincuenta euros. El paso del jamón El Pozo al Cinco Jotas no es demasiado importante para la humanidad pero es histórico para mí. Compro doscientos gramos, una torta del Casar y unos panes de diseño. Luego regreso a casa. Me dice que vendrá a cenar Miguel, "un amigo". En el lenguaje de mi madre "un amigo" quiere decir mi nuevo novio, el tío con el que estoy deseando sentarme a ver si se llevan el bote de Pasapalabra, el tío que me ríe las gracias cuando salgo en la tele, el que me dice lo guapa que estoy y lo atinado de mis comentarios. Vamos, un pringado. Su presencia le da cierto aire de emoción y suspense a la noche.
Llega a las ocho y media, puntual como un reloj. Trae una botella de Moet y unos pasteles de Mallorca. Mi madre hace las presentaciones. "Miguel, esta es mi hija Beatriz". "Beta", corrijo. Me mira con cara de "tenía ganas de conocerte pequeña putita, tu madre me ha hablado mucho de ti y, a decir verdad, nada bueno". Yo le miro con cara de "te has pasado con el tinte y se nota. Acabas de ser nominado al premio Grecian 2000 del año". Le estrecho la mano, nada de besos. La mesa está preparada. Vajilla de porcelana con escenas de cacerías y de ciervos, cubiertos de plata y cuatro copas diferentes: la del blanco, la del tinto, la del champán (en casa de mi madre se boicotea el cava catalán por culpa de Carod Rovira) y la del agua.
Mi madre pregunta cuánto falta para que empiece el discurso del rey y yo abro la botella de blanco. Me bebo a escondidas una copa de un tirón, como si fuera agua, y me sirvo una segunda. Se sientan delante de la tele: "Les habla su excelencia el jefe del estado". Se cuadran como si estuvieran en la Plaza de Oriente y escuchan. El rey sale delante de una foto en la que aparece junto Rajoy y Zapatero. Si yo tuviera una foto como esa la ocultaría. Intento hacer comentarios sarcásticos a cada una de sus palabras. Mi madre me manda callar y su novio me mira con cara de "qué irrespetuosa eres". Twitteo: Mientras el rey habla Urdangarín se come el marisco. Twitteo de nuevo: "Juan Carlos deja ya de hablar por el skype y ven a la mesa que se enfría la cena", grita la reina. Me retwittean. A veces tu vida virtual es mucho mejor que tu vida real. Cuando el rey termina de hablar mi madre y su novio analizan el discurso. "Lo que ha dicho era una referencia a Urdangarín", dice mi madre. "Sí, eso ha quedado claro", asiente su juguete farmatint. Me viene a la cabeza el ex de una amiga intentándose abrir melodramáticamente las venas con un cuchillo de postre a las cuatro de la mañana y con los ojos inyectados en alcohol. Deseo la muerte.
Nos sentamos a la mesa. El novio de mi madre pregunta si puede bendecir la mesa y yo trato de contener la risa. Mi madre dice que no tenemos mucha costumbre de hacerlo pero que puede proceder. El hombre le agradece a Dios que se haya pasado la tarde haciendo salpicón de marisco y luego se frota las manos y dice que todo tiene un aspecto magnífico. Yo me sirvo la tercera y comienzo a notar calor en las mejillas. Le pregunto a qué se dedica y me dice que es dentista. Mi madre es un orgulloso pavo real que ha encontrado alguien que le revisará los implantes a precio de amigo. El tipo parece feliz hablando de sarro, ortodoncias, gingivitis, piorreas y caries. También habla del intrusismo de los dentistas sudamericanos y esta vez es mi madre quien asiente. Parecen hechos el uno para el otro.
Miguel me pregunta si tengo novio. Mi madre pone cara de "uy novio esta, ya me gustaría a mí, pero no, ahora le ha dado por hacerse la tortillera". "Verbalízalo madre, verbalízalo, dile que soy lesbiana y que me follo a escondidas a la mujer de mi jefe", digo. Miguel pone cara de "no, si yo ya lo sabía, ya me había contado los disgustos tan grandes que le das". Le explico que por eso no ha venido a cenar. Porque a mi madre no le parece bien y porque está en Cáceres, visitando a su abuela.
De pronto, no sé por qué, me da por empezar a llamarle Michele. Pongo voz de Vito Corleone y le llamo Michele. En realidad sí sé porqué: estoy borracha. "¿Michele, y tu también opinas que Zapatero ha arruinado a España?", digo intentando provocar. "Eso no es que lo opine yo, eso lo sabe todo el mundo y tu madre fue la primera en decirlo", contesta. "¿Ves? Una joyita, te llevas", digo.
Me levanto solemnemente y digo: madre, como puedes observar estoy borracha y bien sabes por experiencia propia que cuando a un borracho le da por largar puede llegar a convertirse en un auténtico coñazo. Como no quiero que este buen hombre se lleve una mala impresión de la familia me voy a retirar a mis habitaciones para que vosotros podáis hacer vuestras cosas, cosas que prefiero no imaginarme. Ha sido un placer. Buenas noches.
Desaparezco. Vomito la cena. Me quedo dormida.
Besos.
Beta
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