miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Qué votar?

Para quienes todavía no sepan qué votar en las elecciones del domingo aquí va una pequeña ayudita en forma de daguerrotipos matinales de los distintos candidatos. 

1

Casa de Arias Cañete. Ocho y media de la mañana. Suena el despertador. Alguien resopla debajo de las sábanas. Es Arias Cañete, desperezándose como un oso tras meses de hibernación. Abre un ojo. Efectivamente son las ocho y media y, desgraciadamente es hora de levantarse. Se escucha un ruido indeterminado de origen corporal. Cañete piensa que tiene la boca pastosa. "Qué asco. ¿Pero qué cené anoche? Ni me acuerdo. La campaña me está matando", se dice a sí mismo. Se levanta. Cañete duerme únicamente con la parte superior del pijama en una habitación para él sólo, ya que su mujer se mudó a la de invitados cuando entendió que pegar ojo al lado del ex ministro era una tarea imposible. Se dirige al baño. Se observa. La barriga le cuelga por encima de la cintura y apenas le permite verse el pene. "Cuando era joven tenía la polla más grande -piensa- o al menos eso me parecía a mí. Ahora se pierde entre la bolsa de sebo en que me he convertido". Desnudo frente al espejo se siente cualquier cosa menos un líder carismático. Enciende la radio y escucha la tertulia de Sainz De Buruaga mientras se ducha. Abre la boca bajo la alcachofa de la ducha y hace una especie de gárgaras que después escupe. A mitad de ducha mea y después limpia con el pie los restos de orina de la bañera. Sale de la ducha. Se cubre con una toalla que posteriormente se anuda sobra las axilas. No le gusta verse las tetas, piensa que le hacen poco varonil. En el vestidor tiene preparado un traje impecablemente planchado que su mujer ha dejado allí la noche anterior. Tras vestirse camina hasta la cocina donde saluda a una boliviana llamada Lupe que viene a hacer las tareas domésticas y que ya le tiene el desayuno preparado. Sobre la mesa tostadas recién hechas, sobrasada comprada en Formentor, un zumo de naranja, un café Arpegio y una jarrita de leche caliente junto a varios sobres de sacarina. No obstante, antes de sentarse a desayunar siempre mira en la nevera no sea que haya algo que se esté perdiendo, algún resto de la cena del día anterior que le apetezca más.

- ¿Estas lentejas de cuándo son?
- De hace un par de días - responde Lupe.
- Tienen buena pinta.

Coge una cuchara y prueba un par de cucharadas directamente de la cazuela, tal y como están, heladas.

- Qué mano tienes para las lentejas Lupita.

Desayuna mientras lee los "whatsapps" que se acumulan en el teléfono. Casi todos son de Floriano, que está desatado con la campaña electoral. A las nueve sintoniza Capital Radio para enterarse de cómo abren los mercados. 

2

Casa de Elena Valenciano. Siete y media de la mañana. Javier, el hijo pequeño, se ha metido en la ducha y el ruido despierta a la cabeza de lista del PSOE. Levanta la persiana con un mando a distancia. Su marido duerme con antifaz y no se despertaría ni aunque ETA hubiera decidido retornar a la lucha armada en el portal de su casa. Elena camina hacia el baño. Se mira en el espejo mientras deja caer al suelo el camisón de seda. Lleva el pubis afeitado. A pesar de sus cincuenta y cuatro años aún se siente deseable pero lleva meses sin follar. Se ducha y a la salida se embadurna el cuerpo de cremas. A las ocho en punto entra por la puerta Amina, una chica marroquí que trabaja como empleada del hogar. Trae los periódicos y cruasanes para toda la familia. En casa de Valenciano se desayuna con Pepa Bueno. Hace unos años hubiera acompañado el café de un cigarrillo pero la vida en Europa le hizo desistir de ese tipo de hábitos. Despide a los niños y telefonea a Ferraz para que le recuerden la agenda del día. 

3

En Cádiz amanece un cuarto de hora después que en Madrid. Cuando el sol se cuela por la ventana del dormitorio de Willy Meyer, este lleva ya media hora despierto. Aprovecha ese tiempo para terminar Muerte entre líneas, la última novela de Donna Leon. Willy adora las novelas de misterio. Lo primero que hace tras levantarse es encender el ordenador y revisar el correo. Hace unos meses le ofrecieron un macbook air, pero él siempre se ha manejado mejor con windows por mucho que la gente diga que es mucho peor. Malas noticias, ha fallecido Charalampos Angourakis, un eurodiputado griego al que conocía bien. Tendrá que escribir algunas líneas para colgar en la web. Luego se ducha y, después, baja al bar a desayunar. Le gusta desayunar en el bar, generalmente café y una tostada, e intercambiar opiniones con sus vecinos. "A mí el fútbol no me interesa pero si tiene que ganar uno que gane el Atllético de Madrid, a ver si ahí también rompemos el bipartidismo", dice. No le gustan demasiado los actos de campaña pues sigue siendo un tímido aunque hay que reconocer que el calor de la gente siempre se agradece. 

4

Pablo Iglesias duerme desnudo. Anoche se acostó tarde y son las diez y media de la mañana. A esa hora la vecina de arriba pasa el aspirador y le despierta. "¿Qué hora es? ¿Las diez y media? No es posible. ¿Ya?". Su mente se vacía unos segundos mientras sus ojos se clavan en el techo del dormitorio. De repente se da cuenta de que está empalmado. No hay nada mejor que comenzar el día haciéndose una paja. Estira la mano en busca de la tableta. En favoritos, en la carpeta llamada "Prensa Internacional", tiene escondido el enlace a pornohub. Clickea. Hay que decidirse entre amateurs, asiáticas, anal, culos, zorras, gordas, pollas grandes, mamadas, bondage, camel toe, cremita, corridas, doble penetración, negras, euro... "¿Qué coño hay en euro? Si soy candidato en las elecciones al parlamento europeo quizás deberías elegir euro". Click. Salen las fotografías de un montón de vídeos... duda unos segundos... "esta parece estar buena -piensa antes de decidirse por el vídeo de una tal Masha Teen de 19 minutos de duración. "Suficiente para una buena paja". Un cartel advierte que todas las modelos del vídeo tienen más de dieciocho años. "Menos mal, sería una putada que me pillaran viendo porno de menores". La tía parece estar superbuena. Está sentada en el taburete de una cocina y su partenaire hace como si la grabase. Ella sonríe. Él sirve unas copas de vino y brindan. Más tarde, ella le pide la cámara y le dice que le quiere "chupar la polla", así, directamente (Pablo siempre ha sido partidario de decir las cosas claras, sin andarse por las ramas). "Lo he entendido, el video es en inglés pero yo lo he entendido perfectamente, sin necesidad de subtítulos. Apunta Marhuenda, otra matrícula, esta vez en inglés", se dice para sí mismo. Ella le baja la bragueta y comienza la escena. Pablo se la empieza a cascar. Un minuto después pasa el vídeo hacia adelante para ver qué viene tras la mamada. Se la está follando. "Qué cabrón. Con esa polla de mierda... la mía es más grande y más sabia". Masculla un "podemos" y vuelve a la acción. La peli va demasiado despacio así que vuelve a pasar la cinta hacia adelante, hasta el minuto 18. "De lo que se trata es de que nos corramos todos a la vez, ¿no?". Aún así se anticipa al actor del vídeo y, tras correrse, se queda inmóvil unos minutos maldiciendo el tener que levantarse. Finalmente recuerda que la revolución le necesita y se incorpora. Suena el móvil. Es Monedero. "Qué pesado". 

5

Sosa Wagner lleva despierto desde las cinco de la mañana. A las siete se ha leído las portadas de todos los periódicos del continente. Necesita hacerlo pronto ya que necesita tiempo para tomar la decisión más difícil del día: elegir la pajarita. ¿El beige del traje combina con el magenta que es el color oficial del partido? "Llamadme loco pero yo lo voy a intentar". Luego va hasta la cocina. Extrae de un armario un bote sin ninguna etiqueta identificativa que contiene algo similar a cereal molido. "Es salvado, lo necesito para el tránsito intestinal". Se toma una cucharada y luego bebe un vaso de agua para tragar el engrudo. Del frigorífico saca un Activia cero por ciento con sabor a fresa. Se lo come de pie. Y luego otro vaso de agua. "No soy de grandes desayunos. En eso no soy demasiado europeo. En eso y en nada más porque la verdad es que la política nacional me parece aburridísima. La simple idea de tener que sentarme a debatir con González Pons me pone los pelos de punta. Europa es mi lugar. Allí sí que saben apreciar una buena pajarita. 

6

Javier Nart duerme con gorro de cirujano. "Mi pelo es mi valor más preciado", explica cuando se le pregunta por el asunto. "Es lo único que me distingue de los demás. Yo soy un ciudadano común, un ciutadan, uno de los vuestros... pero con pelazo. Las maquilladoras de Intereconomía estaban fascinadas con mi melena, siempre me lo decían. La verdad es que entre pintarle la calva con betún a Antonio Jiménez y cuidar mi cabellera leonina había una gran diferencia. Y eso que debemos ser de la misma quinta. ¿Qué hago tras levantarme? Escucho las tertulias. Yo siempre he sido de tertulias. Preferiblemente sentado, claro, no como cuando salía en Tribunal Popular haciendo de fiscal. No doy bien de pie. Un metro sesenta y nueve tampoco está tan mal. En mi generación los españoles eran más bajitos que ahora y mi altura era algo que nunca llamaba la atención. ¿Que qué desayuno? Huevos. Siempre he desayunado huevos, preferiblemente crudos. Me acostumbré a las afueras de Saigón, cuando me tocó cubrir la guerra de Vietnam. Allí desayunábamos lo primero que pillábamos y soy un hombre curtido en mil batallas. ¿Mi programa para Europa? Pues... ¿un proyecto ilusionante? Sí, eso: para Europa traigo un proyecto ilusionante, que nos haga volver a sentirnos orgullosos de ser europeos. Y más democracia. Y menos corrupción. Y acabar con el hambre en el mundo. Y yo de Rusia sí que sé cosas. Gorbachov y tal. Y los chechenos. Y Azerbaiyan, que ahora patrocinan al Atlético e Madrid. A mí me llamaban el Sandokán de Barcelona. Yo era, por decirlo de alguna manera, lo mismo que Messi ahora: bajito pero peleón, imparable en el uno contra uno. Es una putada lo de Intereconomía, lo de haberme ido justo antes de que ficharan a Cristina Segui. Menudo pibón. Y tampoco hay tanta diferencia de edad. Me voy a callar no sea que termine haciendo un "Cañete".



miércoles, 7 de mayo de 2014

Censura en la SER

Hola,

Ayer el presidente del gobierno tuvo a bien dar una entrevista a Pepa Bueno en la Cadena Ser. Las reglas eran claras: yo os doy la entrevista pero vosotros no os pasáis de la raya. En la SER dijeron que sí pero una vez que comenzó la grabación de la misma (porque no era en directo, siento desilusionaros) las cosas se le empezaron a ir de las manos a la presentadora Luego, gracias a la edición, las aguas volvieron a su cauce pero en ese "corta y pega" nos perdimos lo mejor. He aquí la entrevista tal y como se grabó, sin censuras.

Pepa Bueno.- Buenos días señor Rajoy.
Mariano Rajoy.- ¿Ya estamos grabando?
P.B.- Sí, ya estamos grabando, pero no lo diga por favor, que la vamos a emitir como si fuera un directo.
M.R.- Ah vale. Usted me dirá, ¿volvemos a empezar, entonces?
P.B.- No hace falta... oh, bueno da igual. Vamos allá. Buenos días señor Rajoy.
M.R.- Buenos días.
P.B.- Acabamos de conocer los datos del empleo del mes de abril y...
M.R.- Una maravilla.
P.B.- Bueno, le iba a decir que...
M.R.- Fíjese usted que si la semana pasada al conocer los datos de la EPA dije que estaba contento imagínese usted como estoy ahora.
P.B.- ¿Cómo está?
M.R.- Flotando de felicidad.
P.B.- ¿Por unos datos estacionales que responden al efecto de la Semana Santa?
M.R.- ¿Qué tiene de malo la Semana Santa? ¿Me lo puede usted explicar? La Semana Santa es algo muy español y ya va siendo hora de que algunos empiecen a comprender esto.
P.B.- ¿A comprender qué?
M.R.- Esto... un segundo que no entiendo mi letra... a comprender que la Semana Santa es algo muy español.
P.B.- ¿Pero de verdad está usted contento con un país con casi seis millones de parados?
M.R.- Bueno, Pepa, no exagere... ¿He dicho bueno Pepa y usted se llama Pepa Bueno, no? Tiene gracia. Bueno Pepa, Pepa Bueno.
P.B.- Le decía que si está contento con seis millones de parados. No se me escabulla.
M.R.- Puessh, lo que yo le tengo que decir es que cuando termine la legislatura tendremos menos parados que cuando llegamos al gobierno.
P.B.- ¿Cómo?
M.R.- Como usted lo oye. Si cuando llegamos había cinco millones y medio de parados yo le aseguro que cuando termine la legislatura habrá menos.
P.B.- ¿Pero me está usted midiendo el paro en términos absolutos de personas paradas? Yo creía que el paro se medía en tasa de desempleo.
M.R.- Eso era antes, ahora lo medimos así, en número de parados totales.
P.B..- Pero... cuando se habla de parados siempre se ha hablado de tasa de paro.
M.R.- Que no, oiga, déjeme que mida como yo quiera y no como a usted le guste.
P.B.- Es que... le voy a dar una noticia, en Alemania hay más parados que en Portugal.
M.R.- ¿Qué me está contando usted?
P.B.- En Alemania hay dos millones de parados mientras que en Portugal no llega al millón.
M.R..- Ya, hombre, ¿y qué más?
P.B.- Tal como se lo digo.
M.R.- Pues felicito al gobierno de Passos Coelho.
P.B.- ¡Pero la tasa de paro en Portugal es del quince por ciento frente al cinco por ciento de Alemania!
M.R.- ¿Ve cómo le decía yo que no podía ser? Ya me extrañaba a mí.
P.B.- Pues eso, que cuando ustedes llegaron al gobierno la tasa de paro era de un 22% y ahora es de casi un 26%. ¿Me dice usted que cuando termine la legislatura vamos a estar por debajo del 22%?
M.R.- Espere un momento...

(Descuelga el teléfono y llama a Fátima Báñez)

M.R.- Fátima, que estoy con Pepa Bueno y me dice no sé qué de la tasa del paro, ¿esa la vamos a dejar por debajo de como nos la encontramos? (...) Ya (...) Sí, claro (...) ¿De verdad? ¡Enhorabuena! (...) Vale hablamos (...) Que no, esa no, pero el número de parados sí.
P.B.- Como le ha dado usted la enhorabuena pensé que me iba a decir que sí.
M.R.- Pues no.
P.B.- ¿Y por qué la felicitaba?
M.R.- Ha vuelto a batir su récord en el juego ese de las burbujitas del móvil, es una crack.
P.B.- Ha leído usted los informes de Cáritas?
M.R.- Tengo mucho que hacer para andar leyendo esas cosas. Yo sólo leo el Marca y sepa usted que ahí todo son buenas noticias.
P.B.- ¿Lo dice por la final de la Champions?
M.R.- Por supuesto. Dos equipos españoles en la final, eso con Zapatero no pasaba.
P.B.- ¿Y va a ir usted a ver la final?
M.R.- Iré por obligación y por devoción.
P.B.- Hombre, obligación obligación...
M.R.- Mire usted, yo llevo muchos años en política. En el aspecto personal tengo mis necesidades cubiertas... ¿por qué se cree usted que yo quería ser presidente del gobierno?
P.B.-. Dígamelo usted.
M.R.- Para ir al palco en el fútbol.
P.B.- Pues estamos buenos.
M.R.- Lo está usted, que se apellida así. Yo simplemente estoy Rajoy.
P.B.- ¿Y con quien va en ese partido?
M.R.- Con el Madrid, por supuesto. Los del Atlético siempre han sido unos pelagatos. Oiga que yo me alegro por ellos, que lo que está haciendo el Cholo Simeone se merece un aplauso, pero de ahí a querernos joder la décima.
P.B.- ¿Así de claro?
M.R.- Pues sí, ¿para qué mentir? Así de claro.
P.B.- ¿De la corrupción me va a decir algo?
M.R.- ¿Quiere que le hable del GAL? ¿De FILESA? ¿De los EREs de Andalucía?
P.B.- ¿De Bárcenas?
M.R.- Eso lo lleva Cospedal. Yo estoy muy ocupado como para estar pendiente de esas cosas.
P.B.- ¿Usted cobró sobresueldos?
M.R.- Yo todo lo que cobro se lo doy a mi mujer, tendría usted que hablar con ella, pero me creo que no.
P.B.- ¿No cobró?
M.R.- Yo cobré lo que dice mi declaración de la renta... salvo algunas cosillas.
P.B.- ¿Qué cosillas?
M.R.- Minucias.
P.B.- ¿Minucias en sobres?
M.R.- Veo que no me quiere usted preguntar por los EREs así que si le parece pasmos a otro tema.
P.B.- El aborto.
M.R.- Nos lo estamos pensando.
P.B.- ¿Retirarán la ley?
M.R.- Qué empeño en que hagamos lo que usted quiere y no lo que quieren nuestros votantes. Hablaremos del tema pero ya le digo que no la retiraremos.
P.B.- ¿Por qué tardó tanto en nombrar a Cañete como cabeza dde lista para las Europeas?
M.R..- Se me pasó. A veces me pongo a hacer cosas y se me va la cabeza, simplemente me olvido.
P.B.- ¿Se olvidó?
M.R.- ¿Qué son las elecciones europeas? ¿Acaso le importan a alguien? A mí, desde luego no. Puse a Cañete porque me dijo que tenía ganas de viajar y que necesitaba un puesto de ese tipo para justificar unas dietas.
P.B.- ¿Dietas? ¿Qué dietas?
M.R.- No le pregunté, no le di mayor importancia. La Dukan supongo.
P.B.- A veces me cuesta creer que de verdad sea usted el presidente del gobierno.
M.R.- En eso estamos de acuerdo, a mí también.