jueves, 2 de abril de 2009

El periódico

Hola,

Hace cuatro veranos mi madre levantó el teléfono e hizo un par de llamadas. Cuando colgó me había conseguido unas prácticas en un periódico local. Yo, al principio, estaba muy contenta, no tanto por el empleo en sí, sino porque al ser un trabajo fuera de Madrid podría tomar aire lejos de mi ambiente familiar.

Lo primero que hice el primer día fue acudir al despacho del director. Me presenté y él me preguntó en qué sección me gustaría trabajar. Yo no sabía muy bien qué responder así que contesté lo lógico: bueno, yo estudio políticas (mentí, pero no era el momento de explicarle cuáles eran las diferencias entre políticas y sociología), así que me gustaría escribir de política. Me miró por encima de sus gafas y me explicó que la política de la que allí se hablaba eran asuntos locales de poca importancia, la vida del ayuntamiento y sus concejales, todo muy doméstico, y que no estaba seguro de que eso a mí, que venía de Madrid, me fuera a interesar. "Yo te veo más en cultura -añadió-. Porque a ti... ¿la cultura te interesa, no?". Yo respondí que por supuesto, siempre y cuando en la cultura no estuvieran englobados los toros y el deporte. Entonces me volvió a mirar por encima de sus gafas.

Después de explicarme la mierda que me iban a pagar me acompañó a la redacción y fuimos hasta las mesas donde estaban los de cultura. Eran tres (luego se añadiría un cuarto): el jefe era un tío clavado a Calamaro pero con gafas y cien kilos más; la que parecía ocupar el segundo lugar en el escalafón debía tener tres o cuatro años más que yo, se llamaba Ana y, desde el mismo momento en que la vi supe que me caería fatal; el tercero era un cincuentón que escribía de música. Había un cuarto ordenador, el único que estaba vacío en ese momento, que pertenecía "al de cine", pero "ese llega más tarde", me contaron. Me senté en el ordenador que estaba libre y me dijeron que leyera teletipos. Mientras, ellos continuaron con la conversación que tenían antes de mi llegada. Todo me resultó muy frío. Al rato todo el mundo se fue a comer. En la redacción quedamos otra y yo. Me acerqué a charlar con ella. Se llamaba Laura y se dedicaba a maquetar. No se si se debió a que ella fue la única persona que pareció hacerme caso pero me sentí ligeramente atraída por ella. Cuando llegó el de cine me quedé sin pantalla en la que leer teletipos y fui rodando, de ordenador en ordenador, por toda la redacción en busca de un lugar que estuviera libre.

En las dos semanas siguientes me dediqué a editar teletipos y a acostarme con Laura. Aprendí dos cosas, bueno mejor tres: La primera era que si aquellos teletipos de agencia habían sido redactados por periodistas profesionales, a poco que yo me esmerara, tendría una carrera fulgurante en el mundo periodístico. Me sentía la tuerta en un país de ciegos. La segunda cosa, un poco consecuencia de la primera, es que no me gustaría pertenecer al gremio de los periodistas. La tercera, y no por ello menos importante, es que cuando vives en provincias follar es una de las mejores formas de ocio que existen.

Mi primer trabajo "serio" consistió en entrevistar a una señora que acababa de publicar un libro de poesía. "Beta, hay que sacar una entrevista con esta", me dijo Calamaro arrojándome un ejemplar del libro en cuestión. Ojeé el libro. Creo que era de lo peor que había leído nunca. Quedé con la señora en una cafetería (en provincias los cafés se llaman cafeterías y casi todos parecen haber sido decorados por un primo de los Alcántara). Debía tener cuarenta y muchos y llevaba el pelo cardado. Charlamos una media hora. La mayor parte del tiempo fue ella quien habló. Habló de las estrellas, de las constelaciones y de la alineación de los planetas. Afortunadamente yo llevé una grabadora para registrarlo todo porque no era capaz de escucharla, veía cómo movía los labios y gesticulaba, pero en mi cabeza lo único que se oía era mi propia voz preguntándome cómo iba a conseguir rellenar ni siquiera un párrafo con semejante personaje. Cuando volví al periódico escribí lo que de verdad pensaba. No me lo publicaron.

Una mañana llegué al periódico y noté que todos me miraban. El subdirector me dijo que el director quería hablar conmigo y que estaba en su despacho. Entré. El director me miró por encima de las gafas y me dijo que, después de dos meses y medio, había llegado a la conclusión de que el periódico y yo no encajábamos. Yo no dije nada. Recuerdo que me dio la mano y luego salí de su despacho. Era de esos que te dan la mano flácidamente y tienes la sensación de que te vas a quedar con ella. Todo el mundo me miraba. Yo sonreí. Evidentemente todos sabían lo que acababa de pasar. Cogí mis cosas y me fui sin despedirme de nadie, ni siquiera de Laura. Me sentí muy triste pero creo que aprendí una lección.

Besos.

Beta

45 comentarios:

Carlos dijo...

¿Qué lección?

paranoia dijo...

las cosas siempre pasan por algo... y mirate ahora ellos leeran tu blog a escondidas, y pensaran...q tontos fuimos!!! en fin...q facil ligas no??? joder...a laura la tuvistes en poko tiempo y yo no ligo ni la mahonesa con el pescado!!!! jajaja un beso beta...

natalia manzano dijo...

"Cuando volví al periódico escribí lo que de verdad pensaba. No me lo publicaron. "



dos frases que suelen ir unidas...




me alegro de que sonrieras...

a mi en mi primer trabajo rollo becaria no me echaron, pero sí que me hicieron varios consejos de guerra por decir abiertamente lo que pensaba. lástima que yo no me follé a la chica. era inteligente, divertida, tenía 16 años y se escribía poemas en los tangas. pero yo es que con alumnos... ¡nunca! jejejejeje

Jorge dijo...

Eso,eso, ¿qué lección?

Anónimo dijo...

mmm

qué decir...

mira que no soy admirador tuyo pero este post...

me ha gustado.

Y mucho.

wincurdi

Elnan dijo...

"Cuando volví al periódico escribí lo que de verdad pensaba. No me lo publicaron. "

Esta, seguro que no es la leccion que ud. aprendio Srta. Valenzuela.
Y tampoco es que me parezca mal que no la haya aprendido.
La clave esta en encontrar el momento justo para decir lo que se piensa.

A sus (ungidos) pies.

Candela dijo...

Nena de mamá

Anónimo dijo...

Te entiendo muy bien. Yo tendría que haber escapado el primer día de estar en una redacción. Aquel ambiente... El primer día a mí me dieron una máquina de escribir, con eso te lo digo todo. Sólo que me encontré con otras cosas que me atrajeron y vi algún resquicio para escribir lo que me apetecía. Al final lo dejé, tardé demasiado, más de 15 años. No me arrepiento nada, acabé harto: sin contar con algunos personajillos, sobre todo me harté del puteo laboral (5 meses de contrato de sustitución en 6 años en el cuarto periódico español). Me ayudó a aprender a escribir. Cosa que también puedes hacer por tu cuenta, como veo que haces tú. Y también me contagió algunos vicios que llevo cinco años quitándome, todos los que hace que me dedico a otras cosas, bien lejos del periodismo.

Mireia dijo...

Jajajaj!! Lo de dar la mano con flacidez me da un asco que me muero. Para mí eso es tener poca sangre y en mi diccionario significa "mano de pez".

Muass

Sara dijo...

Es terrible llegar a un trabajo el primer día y no tener mesa donde sentarte.

Matxorri dijo...

Supongo que esto es el prólogo de un post en el que cuentas por qué dejas/te deja Soitu...

inespoe@gmail.com dijo...

aprendiste seguro que si eres hipócrita terminas trabajando en periódicos de mala muerte y haciendo reportajes de poetas de quinta, mintiendo,siempre mintiendo.

Sin embargo: así es la vida.

chao.

inespoe@gmail.com dijo...

Ah, por cierto, lo de la mano flácida me recordó al miembro masculino cuando no está erecto. y

Anónimo dijo...

Seguro que luego te fuiste de cañas con tu madre para celebrarlo.

Neill dijo...

genial.
me ha gustado mucho.
como molas :D

Luna Roi dijo...

La lección queda escrita, creo, ¿no?

En general todo lo convencional sobra. Me ha encantado el comentario que dice que estrechar manos flácidas es como agarrar pollas blandas, ja! A mi nunca me ha dado tiempo a pillar una blanda...

Ukio sensei dijo...

Haz un favor a la humanidad: Pasa esa grabación a mp3 y entrégasela al mundo. Será genial para echarse unas risas yendo fumado, que lo del "mineralismo" ya hace años que pudrió.

Madame Tafetán dijo...

Pues te hicieron un favor, francamente, porque debía de resultar de lo más agobiante.
Y ahora sigo pensando en el cardado de la entrevistada: seguro que es de esos que puedes introducir ni un dedo en el peinado.

Toni dijo...

Supongo que tampoco aprendiste que los teletipos los escriben monos amaestrados. Eso lo compruebas nada más entrar en el servidor de agencias, o leyendo cualquier periódico con pocos medios que los publica sin cocinarlos siquiera un poquito.

Saludos.

P.S: Nos tienes en ascuas sobre la lección que aprendiste...

Más claro, agua dijo...

Todos hemos pasado por el calvario de los teletipos. Pero cuando tienes que entrevistar a "personajes" como la señora del pelo cardado los echas de menos.

Y llámalo "señora del pelo cardado", "concejal de pueblo", "futbolista" y así hasta la página de esquelas, que es la única que no miente.

Besos ;-)

Jorge dijo...

Y que te esperas? Llegas a una redaccion en la que seguramente todo el mundo sabe que eres "la enchufada", porque eso, amiga mia, siempre llega a oidos de todo el mundo.
Pero bueno, es lo que os pasa a todas las niñas de mama, que os encanta que os den la papeleta solucionada.
No crees que eres una poco prepotente y desagradecida???

Anónimo dijo...

Mola el cuento, quizá el final te deja algo frio, pero esta bien escrito. Déjanos mas cosas como esta Beta!!

Leras.

Mus dijo...

Yo creo que te dio la mano así a propósito. Conozco a mucha gente que lo hace precisamente por joder más a quienes les caen mal, porque saben lo desagradable que es.

Fuiste una hit, en suma. :)

Violeta Increíble dijo...

Una madrileña tan progre y cosmopolita en un lugar tan deprimente como una ciudad de provincias... ¡casi blasfemia!

Porque claro, ¿cómo va a ser sufiente semejante mediocridad para alguien que tiene la suerte de llamarse "habitante de la Capital"?

Igual deberías dejar un poco de lado determinados tópicos cuando sales fuera, disfrutarías mucho más ;)

Anónimo dijo...

Si es cuento, genial, bien contado.
Si es tu vida, genial, bien contado.
Sobre lo contado, en fin, eres patética.

Carlos dijo...

Comparto la opinión de Violeta Increible. Te veo demasiado recurrente con los tópicos de "provincias". El ombligo del mundo no es Madrid y a veces los madrileños son bastante más paletos que los de "provincias".

(por cierto, veo que escribe otro Carlos al principio del todo, que en este caso no soy yo)

Jim McGarcía dijo...

Nunca te fíes de un tipo que te da la mano como quien da un paquete de salchichas. Las manos flácidas, habitualmente acompañadas de una fina película de sudor, deberían ser cortadas en el acto.

Tampoco me gustan los tipos que intentan romperte la mano, pero esa es otra historia.

El Hombre Malo dijo...

1-Las becarías no sirven para enseñar, sino para amaestrar.

2-Durante el primero de mis cuatro años en una capital grandecita de provincias, tenia el sueño recurrente de estar esperando en un semaforo, mirar a un lado y encontrarme una vaca esperando junto a mi. En cambio cada vez que voy a otra cierta capital mucho mas pequeña, vuelvo con la impresión de que a Madrid le falta un hervor.

3-Pobre Laura...

Anónimo dijo...

"mi madre levantó el teléfono e hizo un par de llamadas. Cuando colgó me había conseguido unas prácticas en un periódico local"

Total, qué más da que fuera mal. Tú no perdías nada. Tu mamá puede encontrarte otro trabajo que te guste más en cualquier momento, y puedes dejar esa vacante de becario pringado a cualquiera que no le baste con una llamada de mamá, y tenga que currárselo.

Beta dijo...

Carlos, aprendí que en los sitios no duro más de tres meses y que en la vida siempre encontrarás mezquinos a quienes tu mera presencia hará sentir amenazados. Aprendí que no se puede triunfar y fracasar sin merecerlo y aprendí que la felicidad se puede encontrar en el lugar más insospechado. Y que cuando te despiden siempre te dan una palmada en el hombro.

Paranoia, Laura estaba predispuesta.

Apneica, y ahora cuántos años tendra? seguirá escribiendo en los tangas?

Mundodede, sí, el mío no es un caso especial. Qué vicios?

Ukio, no la conservo. Apenas conservo cosas de entonces.

Jorge, te aseguro que era la que menos enchufe tenía allí. Si hubiera tenido enchufe no me habrían echado a los dos meses.

Violeta, no me gustan las mentalidades provincianas y con complejo de inferioridad. El dónde se vive es una circunstancia y nada más.

Anónimo, patética porqué? razona, si es que sabes, ánimo.

Carlos, que sensibles sois algunos, no? siempre sintiéndose agredidos? qué he dicho yo contra la gente de provincias?

Anónimo (el que escribe justo antes que yo), no se si eres tonto o solo lo aparentas.

Anónimo dijo...

A veces me gusta lo que escribes y otras no; a veces me gusta como contestas a la gente y otras no

Me desconciertas y...eso unas veces me gusta y otras no

1beso!

Mai

Violeta Increíble dijo...

Mentalidades provincianas con complejo de inferioridad... me sigue pareciendo otro tópico.

Te recomiendo que visites Granada, si no lo has hecho ya. Además de ser una ciudad preciosa para hacer turismo, y mucho más barata que cualquier otra que albergue una Maravilla del Mundo como merece ser la Alhambra, es una ciudad donde casi el 60% de la población está por debajo de los 26 años. Sin contar que es casi imposible encontrar a un granadino por aquí. En los trece años que llevo viviendo en ella, he conocido más rusos, italianos, mexicanos, austriacos o franceses que españoles, ya no te digo andaluces.

Me parece un ejemplo perfecto de que las generalizaciones son malísimas y de que no todas las ciudades de provincias son como las describes.

Anónimo dijo...

Qué evangélico, otra mártir por amor a la verdad.

Anónimo dijo...

Vaya manera tiene la gente de acribillar. Al fin de cuentas, es una experiencia. Guste más o guste menos. Y todos, en mayor o menor grado, hemos sido enchufados, hemos pasado por estrechar manos flácidas, escribir cosas que no gustaban, que no nos gustaban y mil historias más. Aporrear a Beta, que comparte una vivencia cuando tenía 21 -cuando todos y todas nos hemos sentido dueños del mundo- me parece una soberana estupidez.
La que sigue teniéndote en la lista. Besos Beta. =)

Lucía dijo...

Me ha gustado, supongo que podría decir muchas máscosas, algún día me animaré, de momento sigues animando mis horas muertas en el facebook. Por cierto, yo diría que en Barcelona también decimos cafeterías, tendré que ir más por Madrid. Sin tópicos este cuento pedería encanto.

Saludos,

Anónimo dijo...

Que provocadora eres, tu paso por ese periodico te lo has inventado verdad?
Te veremos en Helios estos dias?...

Beta dijo...

Es muy curioso que una escriba un post contando una experiencia y se encuentra con que:

1.- Algunos te insultan porque supuestamente fuiste una enchufada (a pesar de que, cuentas que duras dos meses en un puesto con un sueldo miserable y un trabajo anodino). Menudo enchufe más cojonudo.

2.- A otros les sale la vena susceptible y te empiezan a acusar de cosas que no has dicho y te hablan de lo bonito que es Granada y cosas así.

3.- Otros te dicen que simplemente te lo has inventado todo.

(Y eso que modero los comentarios y quito los insultos). No obstante sé que no escribo para mendrugos.

Jimmy Olsen dijo...

No te quejes tanto. A mi en el periodico que trabajo lo unico que me hacen es mandar a por el p*to café. Les voy a denunciar por mobbing.

Alanna dijo...

La gente de los periódicos locales no quiere leer lo que piensas sino lo que quieren pensar ellos.Lo que quieren oir.

¿Como todo el mundo?

Joven,guapa y piensas que tu madre es idiota:Tenemos mucho en común.

(me estoy dando un paseito por tu mundo virtual ;)

Carlos dijo...

Beta, no me he sentido agredido. Simplemente te he comentado que has recurrido al tópico "provinciano". Nada más.

Elisa Fuenzalida dijo...

Qué risa. Pero si a mi me pasó o mismo en Perú...Sólo que y me entretenía follando con un reportero gráfico maricón que estaa como un tren.
Esto e la globalización...que poca sorpresas hay en el muendo ultimamente. Menos mal que siempre nos quedará el psporno y La hora chanante.

Elisa Fuenzalida dijo...

Por cierto...ya que estás en Madrid (una ciudad donde he tenido que montarme mi propio festival porque todo lo otro que pasa me aburre sobremanera). ¿Pasaste el viernes 27 por Off Limits, a la Revuelta Obscena III? Creo que te hubieras divertido...En todo caso estábamos pensando en invitarte a formar parte del cartel de la prox. Tú dirás...para qué, eh? De qué habla esta persona? Dame un toque al correo si te interesa que te cuente (www.pornolab.org) y te dejo mi correo. Besos.

Anónimo dijo...

Beta:

A mi el escrito me ha gustado.
Me parece muy buena la idea de dejar abierto el final, despertando así la curiosidad del lector.
Por otra parte no entiendo a la gente que insulta ni a los moralistas que pontifican sobre lo que está bien o mal.
Juzgar a alguien por un escrito en el que en el supuesto caso de que sea verdad, sólo ofrece una pequeñísima parte de su persona me parece de ser muy corto de miras.
En fin. Que me ha gustado.
Un saludo.

NáN dijo...

Creo que fue una experiencia realmente afortunada, porque la supiste aprovechar. Hay quienes se pasan años creyendo que la mierda se va a convertir en oro.

Anónimo dijo...

Me alegra que quieras mantenerte alejada del periodismo...mas que nada porque no eres periodista!