lunes, 2 de junio de 2014

Hermida vs El Monarca (cesante)

Televisión Española ha vuelto a recurrir a Hermida para entrevistar al rey. Aquí la transcripción de la entrevista.

Jesús Hermida: Fíjese Majestad, que aún me acuerdo de cuando estuve sentado en esta misma silla haciéndole la famosa entrevista para Televisión Española y hoy, ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿dos años? hoy, decía, me veo aquí, en las mismas, de nuevo cara a cara con vuecencia teniendo que hacerle otra entrevista con motivo de su abdicación. ¿Quién nos lo iba a decir, verdad?
Rey Juan Carlos: Pues...
JH: Y en este tiempo, con todas las cosas que han pasado, con el ascenso de lo que llaman la nueva izquierda, con el divorcio de Amador Mohedano, con la décima, cómo no hablar de la décima, y resulta que todo eso salta por los aires un día como hoy en el que usted decide abdicar.
RJC: Déjame que te diga Jesús...
JH: Llámeme de tú, majestad, estaría bueno que usted, con su condición, con lo que ha sido y sigue siendo, porque yo creo que su figura sigue jugando un papel capital en el tablero político de nuestro país, con lo que usted ha sido estaría bueno que me llamase de usted.
RJC: Le he llamado de tú.
JH: Ah.
RJC: Iba a decir que creo que lo de Amador Mohedano...
JH: Bueno, lo de Amador lo he dicho un poco por decir, a lo que me refería es que con todas las cosas importantes que han pasado en este país, y las que están por pasar, resulta que vuecencia, con una única palabra, con la palabra "abdico", hace que todo salte por los aires.
RJC: Visto así...
JH: Dígame, ¿cuándo tomó la decisión? Porque este es ese tipo de decisiones que se gestan y se gestan durante mucho tiempo, dígame, ¿cuándo supo que iba a arrojar la toalla? Entiéndame, es una forma de hablar.
RJC: Pues te diré una cosa, Jesús, lo he decidido esta misma mañana.
JH: ¡Que grande, qué grande! ¿Y qué le ha hecho tomar esa decisión?
RJC: Tengo setenta y seis años. Hace un año me he puesto una cadera nueva, de titanio, que me ha costado un dineral, y que aún tengo que amortizar. Me he levantado y he pensado que, quizás, después de cuarenta años en el trono, me había ganado el derecho de dedicarme unos años a mí mismo.
JH: Déjeme decirle... ¿sabe usted qué edad tenía Julio Cesar cuando fue asesinado?
RJC: No lo sé, vendrá en la wikipedia ¿no?
JH: Sí, quizás.
RJC: ¿Cuántos tenía?
JH: No lo sé. Pero la cuestión es que lo que antes, lo que en la época de los romanos podría parecer una edad avanzada ahora no lo es tanto. No sé si usted lo sabe pero yo provengo de una familia de agricultores de Huelva...
RJC: No, no lo sabía.
JH: Pues en la época de mi abuelo, de mi bisabuelo, de mis antepasados, ninguno de ellos soñaba con llegar a los setenta y seis años y ahora ya ve usted.
RJC: Sí, las cosas son muy distintas, sobre todo después del viagra.
JH: ¿Ha probado el cialis?
RJC: No.
JH: Mucho mejor que el viagra, hágame caso. Es tomarte una pastilla y sentir que tienes veinte años. Lástima que no haya un cialis para las arrugas (risas).
RJC: Sí.
JH: Porque si yo pudiera tener la misma cara que tenía a los veinte, ahora que estoy jubilado, me iba a hinchar a follar becarias.
RJC: Bueno yo en eso he tenido lo mío. No me quejo.
JH: O sea que es cierto.
RJC: Algo hay.
JH: ¿Bárbara Rey?
RJC: Caliente caliente.
JH: Qué vida más complicada la de esa mujer, ¿no? Pasar de la monarquía al circo, por decirlo de alguna manera, en una misma noche.
RJC: Sí.
JH: ¿Sabía usted que Mariló Montero comenzó conmigo en la televisión?
RJC: Claro que lo sabía, anda que no me habré yo hecho pajas con esa mujer.
JH: ¿De verdad?
RJC: ¿De dónde te piensas que le viene a Felipe lo de Letizia? Lo de cascársela delante de la tele es algo que ya hacíamos en mi familia con el blanco y negro.
JH: Bueno y su señor abuelo, se comenta, que organizaba pases de películas subiditas en palacio.
RJC: Sí, en la familia siempre hemos sido unos pichabravas.
JH: Ahora que estamos aquí hablando distendidamente, como dos viejos amigos... ¿sabe lo que me apetece?
RJC: Ni idea.
JH: ¿Lo que me apetece como viejo periodista de raza?
RJC: No.
JH: Preguntarle por su hermano, el que se cargó de un tiro cuando vivían en Estoril.
RJC: Vamos Jesús, ¡no me jodas!
JH: Bueno...
RJC: ¡Qué periodista de raza ni qué hostias! ¡No me vengas con esas!
JH: Olvídelo, vuecencia.
RJC: Estoy yo aquí tan contento, celebrando la jubilación... ¿y vienes a tocarme los cojones? Mira que le digo al de la cámara que apague y se acabó esto...
JH: Perdone majestad. Me he venido arriba. Ha sido por hablar del cialis y tal.
RJC: No te paso otra ¿eh?
JH: Perdone. Veamos... un segundo... sí. Hábleme de la reina Sofía.
RJC: ¿Me vas a seguir jodiendo? ¿No te acabo de decir que no me apetece hablar de esas mierdas?
JH: Perdón, perdón otra vez. Creía que de la reina...
RJC: Joder Jesús si todo el mundo sabe que llevamos treinta años haciendo el paripé.
JH: Tiene razón. Pues hablemos del 23-F, ¿vio el programa de Jordi Evolé?
RJC: ¿De quién?
JH: El programa del follonero sobre el 23-F.
RJC: Me hablaron de él pero verlo no lo vi.
JH: ¿Qué queda por contar de todo aquello?
RJC: Todo. Este es un país de lameculos empezando por sus periodistas. En España tenemos prensa de comunicados. No me extraña que Mariano haya decidido salir en un plasma, total, para lo que tiene delante. Y tú tienes buena culpa de todo eso.
JH: ¿Yo?
RJC: Consuelo Berlanga. Nieves Herrero. Irma Soriano. Mariló Montero. Teresa Campos. ¿Sigo? Grandes periodistas formadas en tu programa. ¡Toni Cantó! ¿Ves lo que has hecho Jesús? ¿Y aún tienes los santos cojones de montar una escuela de televisión? ¿Y soy yo el que abdica? Vamos, no me jodas.
JH: Voy a intentar hacer una pregunta inteligente entonces. ¿Dónde estaba usted el día que asesinaron a JFK?
RJC: Yo me casé con Sofía en el 62 así que ¿dónde quieres que estuviera? Amargado. Amargado como una mona.
JH: ¿Y cuándo el hombre pisó la luna?
RJC: ¿Tú también te lo tragaste? Estaba con Franco, cazando atunes de mentira.
JH: ¿Qué espera de su hijo?
RJC: ¿Que puedes esperar de un hijo que se depila el culo? Mierda sin pelos, pero poco más.
JH: Le veo dolido.
RJC: ¿Y qué quieres, Jesús? ¿Tú has visto cómo está el país?
JH: ¿Le duele España?
RJC: Pero mira que eres pedante. España no me duele, España me toca los cojones.
JH: ¿Le volveremos a ver?
RJC: En las monedas de dos euros me tienes.
JH: Hasta siempre.
RJC: Anda, vete ya.


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